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Un gol por la gracia de Dios
Richmond Boakye dijo en su presentación el pasado miércoles que Dios le había dado un don, el de marcar gol cuando nadie lo esperaba. Pues en los Juegos del Mediterráneo sacó esa gracia divina para rescatar un punto para el Elche en el minuto 94 cuando to
En la última acción del partido, el delantero ghanés, que se había mostrado muy participativo e incisivo en ataque durante los 28 minutos que había jugado, se encontró un balón dentro del área. Controló hacia el exterior, abriéndose hueco para tener un ángulo mejor y con un rápido movimiento armó la pierna y lanzó un disparo ajustado al palo izquierdo de Esteban, cuya estirada fue inútil.
El gol desbordaba la alegría entre los jugadores franjiverdes, que veían como su nuevo compañero había rescatado un punto. Boakye supo jugar con sus compañeros, desmarcarse, buscó siempre la portería contraria y demostró tener el instinto goleador que necesitaba este equipo.
Mucho antes de la diana del ghanés, en la primera mitad, los almerienses se adelantaron por medio de Soriano en el minuto 11. Albacar igualó la contienda en el 23 al transformar un penalti y Verza, al filo el descanso, volvió a adelantar a su equipo, también desde la pena máxima. Boakye puso el 2-2 definitivo en el minuto 94.
Gol de Boakye
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