La plantilla se cansa de las promesas de Sepulcre

La plantilla del Elche CF 2014/2015 está viviendo una situación atípica, al menos para un club que se considera y es de Primera división. Los hombres de Fran Escribá arrastran las promesas de un Consejo de administración que sigue empeñado en no cambiar su imagen de incumplidor. Aunque el mensaje de puertas hacia afuera es el de la tranquilidad, muchos jugadores no entienden las constantes reuniones y visitas al vestuario de Sepulcre y Rocamora que acaban en papel mojado. Las dos últimas semanas han sido una de las gotas que han colmado el vaso de la paciencia. La semana pasada presidente y secretario general prometían pagar febrero, y marzo por adelantado, e incumplieron. La semana ha dejado tres días de promesas, lunes, martes y miércoles que han vuelto a caer en saco roto.

Cobrar o no cobrar no va a cambiar la mentalidad ganadora de veinte jugadores que saben que el futuro de la entidad pasa por sus botas, más aún cuando para los de Escribá el esfuerzo es innegociable sin embargo, el vestuario está molesto, no por los continuos retrasos en el pago sino por las promesas incumplidas. Son muchos los jugadores que prefieren que no se transmita calma a los jugadores a que se hagan promesas que no se cumplen. El club adeuda la nómina de febrero y la prima por permanencia. Los salarios de marzo están a la vuelta de la esquina y el Elche CF sigue aferrándose a un cómico préstamo. Los que no reciben promesas son los empleados de oficina así como el personal del fútbol base a los que el club también adeudan el dinero que se ganan con su trabajo, en algunos casos hasta tres nóminas.