Medio millón de euros en rescisiones

La dirección deportiva del Elche CF tiene deberes pendientes en forma de salidas de jugadores tanto de la primera plantilla como del filial. Los casos de Samu Martínez, Michael Anaba y Álex Felip son los que más preocupan la atención del director deportivo, José Luís ‘Chuti’ Molina. El albaceteño, en compañía del entrenador, Alberto Toril, ha transmitido a los tres futbolistas la importancia y conveniencia de encontrar acomodo lejos del Martínez Valero para seguir creciendo en sus carreras. Samu y Anaba estuvieron cedidos la temporada pasada en Reus Deportiu y CD Alcoyano, mientras que Álex Felip tuvo ficha en la segunda parte de la temporada, tras superar una lesión, aunque prácticamente no entró en los planes de Rubén Baraja. La intención de la entidad ilicitana es que signa los pasos de Isidoro Gómez y Jordi Hostench. El trabajo en forma de aligerar plantilla en el primer equipo tiene su continuidad en el filial. La intención pasa por dar de baja el contrato de Tobías Christensen mientras que Rubén López ‘Rubio’ y David Eugenio Marquina ‘Deivid’ ya han resuelto sus relaciones contractuales para poner rumbo al Atlético Baleares y CD Izarra respectivamente.

Las decisiones deportivas chocan de frente con las económicas. ¿Es conveniente gastar dinero para rescindir futbolistas cuando los presupuestos están ajustados al milímetro para firmar incorporaciones? Las fichas de Samu Martínez y Álex Felip se ajustan, mínimo, al salario profesional de la Segunda división que durante esta temporada ha pasado de 64.500 euros a 77.500 euros; mientras que en el caso de Anaba el ghanés debe cobrar esta temporada 100.000 euros. La salida de Christensen del Ilicitano costaría, de inicio previo a la negociación, los 63.000 euros que tiene firmados. Por su parte las despedidas de ‘Rubio’ y ‘Deivid’ han supuesto una negociación para rebajar los 60.000 euros y alrededor de 15.000 euros de sus contratos. Isidoro y Hostench estaban ajustados salarialmente a los mínimos profesionales de la categoría con 77.5000 euros por futbolista. En total, tirando por lo bajo, 584.000 euros que no se deben abonar en su totalidad pero que deben servir como cifra de inicio en las negociaciones para rescindir a ocho jugadores, con dos ya descartados.