Adiós a un 2016 de batalla institucional

El Elche Club de Fútbol cierra un 2016 de trasición en el apartado deportivo y con muchos frentes por resolver en la faceta institucional. El equipo franjiverde, hasta junio dirigido por Rubén Baraja y luego por Alberto Toril, no ha logrado dar el salto de calidad necesario para aspirar al retorno a Primera División. Eso sí, ha logrado un equilibrio y una relativa tranquilidad en la categoría de plata tras el traumático descenso del verano de 2015.

Más ajetreada está la situación en la planta noble del Martínez Valero, donde no hay tanta tranquilidad pese a la comodidad con que el Consejo sacó hacia adelanta las cuentas y el presupuesto en la pasada junta de accionistas. Se cierra un año de estrategias y movimientos en torno a la dirección y venta del club, a día de hoy paralizada después de que el juez admitiera a trámite la suspensión cautelar del proceso de venta puesto en marcha por el IVF, a petición judicial por parte de la directiva franjiverde, y que evitó que el grupo Skyline, ganador del proceso público, se hiciera con el control del Elche CF en agosto. Previamente, los directivos afines al anterior equipo de gestión, el de Sepulcre, apartaron de la presidencia a Juan Serrano y José Alberola, cuya visión se acercaba a los postulados que marcaban desde Valencia.

Sin duda, uno de los puntos más importantes por resolver para el futuro de la entidad es quien se hará finalmente con el club. Desde el actual consejo siempre han rechazado la entrada del grupo inversor de origen árabe y británico alegando el desconocimiento de sus interés, pero con un transfondo muy distinto. Si el proceso continúa por el camino que empezó, Skyline se convertiría en el accionista mayoritario y los actuales dirigentes tendrían que claudicar, perdiendo así su control sobre la situación financiera del club y los movimientos económicos de los últimos años que llevaron al expresidente José Sepulcre y a sus consejeros a ser citados para declarar en calidad de investigados. Desde este grupo han optado por mantener su interés en entrar en el club y esperar la decisión del juez al respecto.

En este contexto, la cita a corto más importante del 2017 para el futuro institucional del Elche CF está en el próximo 27 de enero, cuando se celebre la junta de acreedores en la que el presidente Diego García, apoyado por Sepulcre, tratará de sacar hacia adelante un plan de viabilidad que favorece su continuidad en el cargo y que el IVF, a día de hoy el máximo accionista, no ve con buenos ojos.