¿Cómo será la plantilla de un Elche de Segunda B?

El Elche CF de Segunda División B va a tener que adaptarse a las condiciones que marca la categoría de bronce del fútbol español durante la temporada 2017/2018. Más allá de presupuestos con menos ceros en el balance de pérdidas y ganancias, terrenos de juego de césped artificial o campos de dimensiones más reducidas, la primera condición con la que se va a encontrar el conjunto franjiverde la marca  la configuración de su grupo de jugadores para competir sobre el verde.

En Segunda División B las plantillas reducen su número de fichas de 25 a 22, a diferencia de Primera y Segunda, con una condición ineludible, 16 de ellas serán como máximo para jugadores mayores de 23 años (nacidos a partir del 1 de enero de 1995) incluyendo también a los porteros. El resto de licencias federativas las ocuparán jugadores menores de dicha edad, no teniendo como condición obligatoria el tener que completar el cupo. De igual forma, puede haber más fichas destinadas a futbolistas menores de 23 años recortando licencias para jugadores que superan la edad, como hacen los filiales.

Por otra parte, el club franjiverde tiene que tener de manera obligatoria en Segunda División B, dentro de esas 16 fichas del primer equipo para mayores de 23 años, ocho conocidas como ‘licencia P’ (profesional), de mayor coste que licencias federativas destinadas a jugadores mayores de 23 años que perciben ingresos menores por desarrollar su labor de futbolista, que giran en torno a los 3.000 euros.

Extracomunitarios

Otra de las diferencias que existe entre Primera y Segunda, y Segunda B estriba en la cantidad de jugadores extracomunitarios que pueden dar forma a una plantilla. La categoría de bronce del fútbol español no pone limitaciones a la contratación de este tipo de futbolistas siempre y cuando tengan la documentación en regla, es decir, dispongan de permiso de trabajo y tengan un contrato laboral firmado.

Cabe recordar que el Elche CF dispone de un filial en Tercera División en el que militarán jugadores menores de 23 años en gran medida. La diferencia entre estos y los que ocupen fichas del primer equipo está en que los que actúen en Segunda División B no podrán bajar a jugar un peldaño por debajo de la categoría de bronce, mientras que los que estén en el cuarto escalón del fútbol nacional podrán alternar primer equipo y filial, siempre que hayan nacido después del 1 de enero de 1995. Aún así, el jugador del filial, menor de 23 años, que juegue un número determinado de partido con el primer equipo (10) no podrá volver a jugar con el equipo B.