Diego García, un año de intereses y poco club

El 19 de abril de 2016 se produjo un giro inesperado en la dirección del Elche C.F. La postura aperturista y conciliadora de Juan Serrano y José Alberola no gustaba entre el resto del consejo de administración, con una mayoría de fieles al expresidente José Sepulcre, y decidieron por unanimidad dar la espalda a Serrano, que había logrado una relativa estabilidad económica y social tras el dramático descenso de 2015 y contaba con el apoyo de la afición. El movimiento de los consejeros colocó en la presidencia a Diego García como representante de Helike Football Management, entidad que cuenta con acciones del club.

García llegó al Martínez Valero sin experiencia en la dirección deportiva aunque conocedor del futuro al que se enfrentaba el Elche, ya que trató previamente de hacer negocio en el Cádiz, club del que poseía acciones y en el que gestionó su concurso de acreedores, situación en la que se encontraba por entonces y encuentra actualmente el club franjiverde. Fuera del fútbol, el nombre de este abogado ilicitano estuvo relacionado con varios escándalos urbanísticos en Murcia.  

Un año más tarde, Diego García continúa en el palco de Alzabares, avalado por el resto de consejeros, y con varios frentes abiertas con el IVF (Instituto Valenciano de Finanzas). El mandatario debe lidiar en la guerra institucional por el control del club. Por un lado, trata de sacar hacia adelante el convenio de acreedores aprobado en junta que haría perder la mayoría accionarial al ente autonómico. Está pendiente de la aprobación judicial, aunque desde Valencia no se aprueba este sistema que le dejaría en inferioridad a la hora de buscar soluciones para recuperar los 12 millones de euros que concedió a la entidad ilicitana a modo de préstamo.

Por otro lado, los esfuerzos de García se han centrado en evitar a toda costa la venta del club a la empresa de origen catarí y británico Skyline International. Alega falta de trasparencia por parte de este grupo inversor, aunque de fondo está el interés en que el Elche C.F. continúe ligado a Sepulcre y exconsejeros. Este proceso también está paralizado judicialmente.  De fondo, otra batalla que pone en jaque la supervivencia del club: la multa de 4 millones de euros impuesta por la Comisión Europea ante la cual desde el consejo franjiverde no se ofrece ninguna solución. 

"Un año agotador, pero gratificante"

En unas declaraciones a la Agencia EFE, García asegura que "ha sido un año muy intenso y agotador, pero gratificante" y que no cambiaría "por nada" la experiencia vivida en el club. Agradece a los empleados y consejeros del club su dedicación y su esfuerzo "en apagar los numerosos incendios" y pidió a la afición "comprensión" por algunas decisiones "impopulares" que lo que buscaban era "lo mejor para la entidad".

Confía en que el juez ratifique el convenio de acrredores porque, defiende, "el club estará en mejores condiciones de lo que estaba hace un año". "Queda mucho trabajo por delante. Lo importante es tener estabilidad económica e institucional para poder tenerla en lo deportivo", indicó el presidente, quien se marca como objetivo recuperar las relaciones con los clubes conveniados. "Tras el descenso no podemos atenderles como merecían, pero queremos volver a contar con todos los clubes de la ciudad y de poblaciones vecinas para ayudarles en todo lo posible en el futuro", agregó en las declaraciones recogidas por EFE.