José Sepulcre VS. Diego García

Elche CF | OPINIÓN

José Sepulcre VS. Diego García

Jerónimo Tormo,

El Elche CF está roto. La guerra por el control de la planta noble del Martínez Valero ha dado su pistoletazo de salida. La lucha entre lo oficioso y lo oficial, José Sepulcre y Diego García, vuelve a reflejar que la paz social es una utopía en una entidad como la franjiverde, a pesar incluso del descenso a Segunda B. El absurdo mensaje, cargado de populismo y mediocridad, de Jaime Oliver no es más que la punta de un iceberg que esconde la basura que acumulan las entrañas del Martínez Valero. El consejero, que ha estado en todos los grupos de dirigentes que han llevado al Elche CF de la élite al pozo en dos años, se ha convertido en el brazo armado de un Sepulcre al que, lleno de cobardía para dar la cara, se le ha rebelado la marioneta que colocó en el sillón presidencial hace un año.

No es ni la primera, ni seguramente la última vez (todo dependerá de su dignidad), que Jaime Oliver se convierte en el tonto útil de José Sepulcre para señalar culpables y proteger, desviando atenciones, al peor gestor de los 94 años de historia del Elche CF. El mensaje de Oliver al pueblo es el que pide el pueblo. Opio para calmar a las masas y perderse en el dedo que señala en lugar de mirar hacia donde apunta. Su mensaje sería el de un dirigente coherente, consecuente y responsable si no fuera porque él es el primero que debe ponerse en la fila de culpables de la actual situación franjiverde.

La búsqueda del responsable se centra en limpiar la imagen de José Sepulcre. Presidente, director deportivo, jugadores, todo vale mientras que el que está en la sombra no sea el señalado, incluso exprimir la vergüenza del mensajero. Lo peor es que aquí nadie defiende al Elche CF, se defiende a Sepulcre o a García,  porque mientras Sepulcre gane cuota de poder García la pierde y mientras la gane García la pierde Sepulcre. Lo mejor es matar a todos para dar vida a quien representas desde hace años en un consejo de administración de paja.

La guerra vuelve a abrirse en el Martínez Valero como en su día se vivió entre Sepulcre y Ramírez y Sepulcre o Anguix. Siempre con mismo denominador común. Una guerra de intereses personales en donde no se defiende al Elche CF, se defiende a quién está al mando, en la sombra o en el frente.  El problema no es que Sepulcre o García ganen o pierdan, el problema es que el Elche CF nunca gana y siempre pierde. Que las ramas no nos impidan ver el bosque, que no por hablar a gritos suena más fuerte el mensaje. Si pensábamos que este Elche CF no podía ir a peor, abrimos los ojos, nos topamos con la realidad y vemos que el listón de ridículo con el que se mide la mediocridad del Elche CF está mucho más bajo de lo que pensábamos. Todo por defender la poltrona, el que la perdió por salir por la puerta de atrás, el que la ganó porque se necesitaba un parche para el agujero.

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