¿Dónde están los paralímpicos?

Como si un tsunami se los hubiese llevado a la deriva, mar adentro, los deportistas paralímpicos que nos representaron en los juegos de Río 2016 han desaparecido de nuestras vidas. Los mismos deportistas que cada cuatro años aparecen de repente mediáticamente por algo más de un mes.

Y es que desde 1960 se celebra los juegos paralímpicos de verano donde miden sus fuerzas el máximo número de deportistas con alguna “discapacidad aparente” de la corteza terrestre. Unos quince días antes otros deportistas diferenciados con respeto a los primeros por la sociedad de cada país, unos países más que otros, apagan el pebetero del Olimpo y pone fin al evento más importante del mundo, según dicen los entendidos.

En España estos dos eventos deportivos separados por no sé qué motivo se vivencia con distinta repercusión mediática en comparación a otros países como China, Gran Bretaña o Brasil entre otros. Los deportistas paralímpicos de estas naciones se preparan junto a los olímpicos. Además están considerados elitistas deportivos para la sociedad para la sociedad de sus respectivos países. En contra los paralímpicos españoles están tres años y nueve meses sin saber nadie nada de ellos, entrenando donde buenamente puedan o les dejen.

Pero cada cuatro años, precisamente coincidiendo con las vísperas del comienzo de los Juegos Paralímpicos, aparece la política repentinamente en este mundo olvidado del deporte adaptado. Los medios se inundan de imágenes de políticos con estos deportistas, héroes nacionales por unos meses, manifestando su presuntuoso apoyo a este deporte para personas con discapacidad. Podemos observar que en la mayoría de las imágenes de estos actos a las vísperas de estos juegos, la parte central de la primera fila está compuesta por los deportistas con  mayor discapacidad o más dependientes al lado del actual Presidente del gobierno. Este mismo presidente es el que recurre a la Ley de Dependencia y a la Sanidad para recortar con el objetivo de afrontar esta crisis que merodea por este país.

Podemos ser útiles sin ser utilizados. Desde las entrañas de este mundo paralímpicose tiene que movilizar con toda la normalidad adquirida que se merece y sin ningún interés individualista formando un gran equipo donde abarque el deportista más afectado tanto física, sensorial como  psíquicamente. Para poder igual los actuales países punteros hay que ir todos a una como en Fuente Ovejuna ya que la unión hace la fuerza.