Joaquín Rocamora, el coleccionista de oros

Joaquín Rocamora lo ha vuelto a hacer. El entrenador ha cerrado un nuevo círculo que le confirma como uno de los mejores técnicos del balonmano femenino de base. Los pabellones Olaizaga en Elgóibar, Huerta del Rey en Valladolid, Candeán en Vigo y Palacio de los Deportes en Santander ha visto el sello personal del oriolano que, con el CBM Elche y la Selección Autonómica de la Comunidad Valenciana, ha logrado en los dieciséis meses que van del 6 de mayo de 2018 al 7 de enero de 2020 cuatro medallas de oros, que permiten conquistar y revalidar la hegemonía nacional.

Los triunfos logrados ante Balonmano Sanse (34-32), y AD Carballal (25-36) se unen a los conseguidos ante los combinados autonómicos de Navarra (30-18) y Madrid (24-26) para dar forma a un reinado en el que los conceptos defensivos han sido la piedra angular del éxito de sus equipos. El oriolano ha sabido conjuntar y hacer disfrutar a la flor y nata del balonmano valenciano para devolver la sonrisa a una Federación y a un Club que siempre has dispuesto de mimbres para tocar el cielo, pero que con Rocamora han multiplicado sus éxitos durante los últimos años.

El entrenador ha repasado el ‘penúltimo’ éxito logrado en COPE Elche (100.8 FM) catalogando el oro de “inesperado” por las pocas sesiones de entrenamiento que se habían llevado a cabo con todo el grupo completo, dos concretamente, antes de la disputa del torneo. El oriolano resumen las claves de la medalla “en la unión de un grupo de niñas maravillosas, con un entusiasmo increíble, que nos ha hecho disfrutar a todos a base de fe y creencia en un equipo que ha logrado dominar los partidos desde la defensa para conseguir un oro muy bonito”.

El técnico hace hincapié en los conceptos defensivos que han permitido a su equipo conseguir el oro. “Es un grupo que ha dominado desde la defensa las fases del juego. Hemos logrado ser la menos goleada y en cuatro de los seis partidos no han llegado a marcarnos veinte goles y esto ha hecho que sumemos un oro muy bonito y revalidemos el título para que nuestras jugadoras juveniles sigan dominando en el territorio nacional”. Un éxito de equipo que también tiene su matiz personal, y es que Joaquín Rocamora reconoce que en Santander “he disfrutado como un niño pequeño con la inocencia, ilusión, humildad y entrega absoluta de este grupo”.

Vuelta a la normalidad

El cuarto oro consecutivo de Joaquín Rocamora abre el año 2020 del entrenador oriolano que, el próximo sábado desde las 18:00 horas, cerrará con el CBM Elche la primera vuelta de la Liga Guerreras Iberdrola ante BM Rocasa Gran Canaria. “Es el equipo de los grandes que peor se nos da. Desde que estoy en el banquillo del CBM Elche nunca le hemos ganado y en Carrús no le hemos competido. Espero que todo cambie y que el equipo sea tan fiable como viene demostrando durante estos últimos meses para sumar, con la ayuda de nuestro público, dos puntos que nos permitirían cerrar una primera vuelta espectacular de una forma muy bonita”.

De cara al duelo ante las canarias, Rocamora contará con el refuerzo invernal de la manchega Nazaret Calzado. La extremo diestro se ha incorporado para sustituir la baja de Ana González, que ha puesto rumbo a Granollers. El entrenador reconoce que “es un fichaje que habíamos intentado hacer con anterioridad. Seguro que cuando logre su adaptación al grupo y alcance su mejor nivel físico y competitivo va a ser una jugadora que nos dará un plus que aumentará nuestras posibilidades”. La jugadora ha catalogado en COPE Elche (100.8 FM) el proyecto como “ambicioso y una gran oportunidad a nivel personal”, reconociendo que “es pronto para jugar el sábado porque llevo tiempo sin competir pero poco a poco iré cogiendo la forma para estar disponible”.