Balonmano | REGRESO
La odisea copera del CBM Elche
El equipo ilicitano tarda dieciocho horas en regresar de Lanzarote, tras jugar Copa de la Reina el sábado, por retrasos en las conexiones aéreas. Las de Joaquín Rocamora esperan en el aeropuerto de Loiu (Bilbao) siete horas y media para volar a Murcia
El partido de ida de la segunda ronda de la Copa de la Reina de balonmano femenino no se le olvidará al CBM Elche de Joaquín Rocamora. Como si del eterno viaje a Mordor del joven Frodo Bolson en la trilogía de El Señor de los anillos se tratara (una broma que en más de una ocasión surgió en la expedición ilicitana, acostumbrada a tener que desplazarse en trayectos largos en autobús), el cuadro de Carrús bien podría escribir un libro de su desplazamiento copero a las islas Canarias. El conjunto ilicitano cumplió con nota ante un correoso BM Puerto del Carmen de División de Honor Plata, sumando la victoria por 19-27 y logrando una renta de ocho goles para el encuentro de vuelta. Sin embargo, y a pesar del día libre de disfrute del que gozaron las balonmanistas el domingo, la vuelta ha sido toda una odisea.
Escribía Katia Zhukova en su perfil personal de twitter el lunes a las 22:06 horas de la noche “después de mil 37392762 horas de retraso, aquí seguimos”. Lo que la jugadora de origen ruso del CBM Elche no sabía era que aún deberían pasar cuatro horas para poder llegar a Elche en una conexión más propia de otros tiempos, en avión y autobús. Todo empezaba el pasado lunes cuando, el equipo ilicitano, salía del hotel en Lanzarote rumbo al aeropuerto, a las 8:45 horas (insular) para coger un avión rumbo al aeropuerto de Loiu en Bilbao. Primer vuelo y primer retraso. Con una hora de despegue prevista a las 10:25 horas, el avión no ponía rumbo a la península hasta las 11:30 horas. Una vez en Bilbao, a las 15:15 horas, y a pesar de que la hora de embarque estaba marcada, rumbo a Alicante cuando el club compró los billetes hace semanas, a las 18:00 horas; la situación de cierre del aeropuerto Alicante-Elche por el incendio generado el pasado miércoles, unida a las fuertes rachas de viento por el temporal, cambiaron el destino a Murcia.
El nuevo contratiempo surgiría cuando el avión en el que el CBM Elche debía volar desde Bilbao, saliendo a las anteriormente 18:00 horas mencionadas, sufrió un nuevo retraso llegando desde Oviedo a Loiu sin explicación alguna. Toda una odisea que hizo que el conjunto ilicitano no iniciara su regreso hasta tierras murcianas hasta las 22:40 horas, aterrizando a las 00:00 horas con un desconcertante mensaje del piloto del avión ante el silencio de la torre de control. “No sé qué deciros pero en el aeropuerto nadie nos contesta”. Situación grotesca que hizo esperar al pasaje en el interior del avión, en plena pista, hasta recibir instrucciones. Un momento que llegó a generar una broma, “a ver si hemos vuelto a Lanzarote” ante la increíble concatenación de acontecimientos vividos.
A Elche, en autobús
El regreso Murcia-Elche se tuvo que completar en vehículo hasta la ciudad ilicitana. Cuerpo técnico y plantilla llegabas a sus casas pasadas las 3:00 horas de la madrugada horas tras dieciocho horas de viaje. Afortunadamente, el trayecto de ida fue más liviano para el cuadro de Joaquín Rocamora que, a pesar de que aterrizaba en Lanzarote el pasado, sábado tras la conexión previa Alicante-Las Palmas de Gran Canaria de dos horas y cincuenta minutos con escala de cuarenta y cinco minutos para llegar a la segunda isla, cuatro horas antes de jugar el partido (16:00 horas y 20:00 horas insular) en pudo desplegar su buen juego para estar en la fase final de la Copa de la Reina 2020 de Alhaurín de la Torre, su cuarta en las últimas seis ediciones. En la última alcanzó su mejor clasificación llegando a semifinales.