A lo Bragarnik

Elche CF | ANÁLISIS

A lo Bragarnik

El propietario del Elche CF vuelve a decepcionar en un cierre de mercado de fichajes en donde, como durante el pasado mes de agosto, el argentino ha vivido las últimas horas desde la distancia

Jerónimo Tormo,

Sobre la bocina y gracias. Un refuerzo que sumar a los ya existentes, y no sin la dosis de ridículo que resume la situación deportiva del Elche CF, más allá de la lentitud en Málaga a la hora de resolver trámites. El Elche CF de Christian Bragarnik ha vuelto a hacer aguas durante un mercado de fichajes. El aura del propietario argentino se ha ido consumiendo a golpe de decepción y poco, o nada, queda ya de quién un día se le conoció como El Dueño Total. EDT es cada vez que se enfrenta a la adversidad menos EDT. La afición no es tonta. Lo entiende y lo señala. Las varitas mágicas ya no funcionan.

Ha sido la primera ocasión en la que el argentino ha actuado a lo Peter Lim desde la distancia. Tampoco se debe olvidar que Bragarnik salió a mitad de jornada del cierre del mercado de fichajes veraniego, cobardemente, por la puerta de atrás del Martínez Valero, sabedor de que si se escondía era porque algo no quería que se supiera. Ahora, cinco meses después en el mercado invernal y tras una primera parte de temporada mediocre, ha cambiado el plasma del pasado verano, con el que aparentó querer tener implicación en la recta final, por la desidia y la entrega al vacío de ni tan siquiera hacer acto de presencia ante su afición, para dara la cara y justificar todas y cada una de las excusas puestas durante estos meses.

Excusas

Pretextos que sus voceros y su palmeros van a propagar a partir de ahora a los cuatro vientos para edulcorar la imagen del argentino. Su figura ha quedado muy tocada, ahora que el balón no entra en la portería, y ha llegado el momento de pactar con el diablo. Desde luego, tiene quién le aconseje cómo hacerlo. De Pepe Sepulcre adquirió el paquete accionarial que el ex presidente moldeó al gusto del comprador, aunque fuera matando años de ayudas y sacrificios de los principales accionistas de la ciudad de Elche, y ahora de Pepe Sepulcre puede aprender el arte de la comunicación, la propaganda y el blanqueamiento. Ya lo hizo, y lo sigue haciendo.

Todo lo que antes eran alabanzas, con el viento a favor, ahora son tormentas en forma de crítica y hastío. El fútbol es regeneración constante. Reciclaje y adaptación al momento. La supervivencia del más listo. Si no eres capaz de entenderlo, mejor no te dediques a maltratar un negocio que es sentimiento para muchos aficionados que no necesitan ponerle la camiseta a sus hijos para, entre lágrimas, presumir y darse golpes de franjiverdismo en el pecho. Esto es más serio de lo que muchos creen, al menos tan serio como para no tomárselo a broma.

El 31 de enero de 2023 quedará escrito en el año del Centenario del Elche CF como otro gatillazo en la planificación deportiva de Bragarnik. No sé si uno más, o el más o el menos importante. Es el problema de la desidia que genera el actuar 'a lo Bragarnik' con una gestión que no deja de tocar fondo. La social está corrompida y la institucional, con promesas que se diluyen en el tiempo (llámese Ciudad Deportiva), va camino del olvido. Pero en lo deportivo, y con el listón tan bajo como el rendimiento del equipo, se esperaba al menos demostrar interés y empatía con la afición, aunque fuera para callar bocas.

Sin rumbo

El cierre del mercado de fichajes invernal para el Elche CF deja la situación peor de lo que estaba. No se trata de la calidad de los fichajes, ni tan siquiera de la cantidad. Se trata de amor propio y de fuerza de voluntad. Preocupa como queda el ánimo de Machín, resignado ayer a lo que pudiera encontrarse hoy. Quizás hasta engañado, pero sabía dónde se metía y de la mano de quién. No es excusa. También de la plantilla. Nadie es insustituible y todos son prescindibles, más aún en este grupo, pero ¿qué pensará el futbolista cuando ve que quien maneja el timón ha perdido el rumbo? Al menos, que tengan decencia profesional.

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