¿Alarma?

Elche CF | OPINIÓN

¿Alarma?

Jerónimo Tormo,

Jorge Almirón mantiene la calma. Debe pero, ¿puede? El entrenador del Elche CF no quiere que el entorno se le alborote pero de decirlo a hacerlo hay un buen trecho, más aún cuando el equipo franjiverde se ha quedado sin reservas de puntos para pasar, por el momento, el frío invierno en la zona de descenso. Diez jornadas sin conocer la victoria son muchas jornadas. Demasiadas si tenemos en cuenta que, por muchos empates y partidos meritorios que este grupo de jugadores haya hecho, se siguen cometiendo los mismos fallos en defensa y se siguen arrastrando las mismas deficiencias en ataque. No existe varita mágica que haga que un equipo cambie de la noche a la mañana pero si debe haber una receta para que no se estanque y se agarre, por muy real que sea, al hilo musical de que el equipo está en construcción.

¿Hasta cuándo vale estar en construcción para maquillar las deficiencias? ¿Hasta que el equipo gane? Eso sería tan ventajista como señalar los problemas cuando no se gana. Últimamente escucho y leo mensajes que giran en torno a que no se puede esperar más de este Elche CF y bastante se está haciendo. Me niego a ser conformista y dejarme llevar por los fuegos artificiales de las sensaciones que camuflan que este equipo sólo ha sumado seis de los últimos treinta puntos disputados. Caer en mensajes complacientes es tan peligroso como mirar el dedo que señala en lugar de mirar hacia dónde señala. Una especie de ramas que impiden ver el bosque cuando, tras quince partidos de Liga, con el de hoy dieciséis, más dos de Copa del Rey no me gustaría que te acabaran llevando a una muerte dulce.

Dado el toque de atención, y sin olvidar qué es el Elche CF, lo de hoy si es un partido de urgencias. Que Almirón no la quiera ver es tan opaco como cuando esconde información en beneficio de dar forma a sus alineaciones y planteamientos en ruedas de prensa. Es el otro fútbol del que tiene, y debe, tirar el entrenador argentino; pero no debemos confundirnos. No es una final, porque queda un mundo, pero la actitud para encarar y afrontar el partido ante el cuarto equipo por la cola, que a día de hoy te precede en la clasificación, debe de ser el de lucharlo para ganarlo con sangre, sudor y lágrimas. Si es urgente hacerlo, no sólo por el rival, también porque de confianza vive el futbolista y porque la brecha con la permanencia se abriría un punto más, algo que es un mundo, más aún cuando cuesta tanto ganarlos en esta Primera División que se escribe a ritmo de tragicomedia durante cada fin de semana.

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