Almirón mira de reojo a Lucas Boyé

El principal miedo de Jorge Almirón, a tenor de sus palabras durante la pretemporada, se ha hecho realidad. Las lesiones han llegado al Martínez Valero y, aunque no lo han hecho en gran cantidad, si han castigado dos zonas clave del equipo como la defensa y la delantera. La de Josema Sánchez ya era conocida por el entrenador argentino desde hace una semana. El central murciano caía en Algorfa la semana pasada y ha estado descartado para la cita dominical en Mendizorroza desde principios de semana. Incluso, y según los tiempos de recuperación, el defensa podría llegar muy justo al duelo ante el Valencia CF de dentro de siete días por su lesión en el isquiotibial.

Con quien todavía guarda un halo de esperanza Almirón es con Lucas Boyé. El argentino sufría un golpe el pasado martes en el entrenamiento en el tobillo que le ha hecho tener que trabajar con el readaptador a medio gas durante los últimos días. Su presencia en la lista de convocados está sujeta a su evolución y, todavía mañana, se espera que en el último entrenamiento se pueda tomar un camino para saber si el atacante entra en la lista de convocados. Con la duda de Boyé, Almirón tiene 22 jugadores, uno menos si el delantero no entra, para dar forma a una lista de veintitrés que con cuatro jugadores del filial se podrían cubrir, Gerard Barri, José Salinas, Jony Álamo y Diego Bri. Quien no llega es ‘Cifu’ que sigue recuperándose de su lesión en el aductor mientras que Nuke ya trabaja con el grupo.