Elche CF | REPORTAJE
Anoeta, la undécima muesca de Jorge Molina
El pichichi consiguió el gol que ha dado la única victoria que el Elche ha conseguido en San Sebastián, y le endosó cuatro goles más en el partido de vuelta en el Martínez Valero que afianzaron su galardón
Domingo 24 de abril de 2010, minuto once de partido. Jorge Molina coge aire e inicia su habitual ritual desde los once metros. Dos minutos antes, Claudio Bravo ha sido expulsado al derribar a Óscar Trejo. El portero chileno se confía en un regate, que no mide bien al borde del área, y el árbitro Gil Manzano marca el evidente doble castigo, tarjeta roja y penalti.
El delantero alcoyano mira a los ojos a Zubikarai. Pierna derecha, palo derecho. A la izquierda del portero. Trejo y Generelo son los primeros en felicitarle, le siguen Óscar Rubio y Juli. Después llega todo el equipo. Es la primera vez que el Elche CF conquista Donostia. Históricamente no se le ha dado bien, incluso está grabada (4-1) en su camino a la final de Copa del Generalísimo de 1969.
Campo maldito
Veintitrés partidos ligueros han llovido entre Atocha y Anoeta (ahora Reale Arena). Las dos últimas visitas se habían solventado en Segunda División (2-1 y 0-0) con los otros dos signos posibles en el marcador. El resto, en una Primera que arroja un saldo de doce derrotas y cinco empates. Tras el hito, llegarán otras cuatro derrotas en cuatro partidos. Territorio prohibido.
Jorge Molina pone nombre y apellido a una victoria coral de casta y sufrimiento. El undécimo gol del delantero llega en el minuto once, desde los once metros. Una muesca más en su revólver. La casuística del fútbol. Quedarían por llegar quince más para recorrer el largo camino hacia un título de pichichi que en territorio franjiverde no se huele desde hace cuarenta y cuatro temporadas.
Pichichis franjiverde
Pocos futbolistas han conseguido inscribir su nombre como máximos goleadores de una categoría profesional con el Elche CF. Sólo cuatro han tenido el gran honor. El primero fue José Enrique Gutiérrez Cardona en la campaña 1958/1959 en Segunda División (Grupo II) marcando 23 goles en veinticinco partidos (0'92). Siete temporadas después llegaría el primer trofeo individual en Primera División.
Luciano Sánchez 'Vavá', en la temporada 1965/1966, con 19 goles en treinta partidos (0'63), sería el elegido. A partir de entonces, firmaría el entorchado Jorge Molina. Sergio León, seis cursos después, también en la categoría de plata, en la campaña 2015/2016, con 22 goles en cuarenta y un partidos (0'53) se lo llevaría a su casa. Jorge Molina lo consiguió en el curso 2009/2010 con 26 dianas en en treinta y ocho jornadas (0'68).
José Cardona, Luciano Sánchez 'Vavá', Jorge Molina y Sergio León. Cuatro futbolistas, cuatro delanteros, cuatros nombres, cuatro historias. Cuatro leyendas que han podido inscribir su nombre en el fútbol español a base de goles. Otros pudieron pero no lo consiguieron. Juan Ángel Romero se quedó a seis goles (21) de Puskas en 1960/1961 en Primera División.
La categoría de plata ha tenido cerca de lograrlo a Alfonso Melenchón (20), en 1971/1972, se quedó a cuatro tantos para superar a Galán; Sixto (20) pudo conseguirlo en la campaña 1987/1988 pero le faltaron seis tantos para mejorar a Carlos Muñoz; a Eloy Jiménez (20), en 1997/1998, le faltaron cinco goles para superar a Gluščević; y 'Nino' (20) lo rozó en 2004/2005, a seis goles de superar a Mario Bermejo.
Lesión de ligamento cruzado
No es fácil. Nada fácil. Y menos aún que uno de tus goles sirva para estrenar un casillero de victorias en una plaza maldita. El espíritu de Jorge Molina estará presente el próximo domingo para intentar que el Reale Arena vuelva a ser Anoeta y el Elche CF consiga una nueva victoria. Sería un buen momento para dedicársela, tras haber sido operado en Granada del ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda.