Benedetto, expectativa y realidad

Darío Benedetto nunca ha sido santo de mi devoción y su rendimiento sobre el terreno de juego tampoco me ha hecho tener que cambiar mi opinión. El argentino llegó al Martínez Valero el pasado verano con una etiqueta de estrella que ahora, en enero, ha tenido que cambiar por la de rebajas. Primera División y el Elche CF se le han quedado grandes al 'Pipa' y por mucho que se quiera señalar un enfrentamiento con Fran Escribá, que no me consta, para justificar su falta de minutos la realidad es que con Francisco el papel del argentino ha sido igual de residual sobre el verde, ese que no engaña, que con el valenciano.

Gustos al margen, Benedetto es el ejemplo que mejor define la situación del actual Elche CF. El delantero, como el equipo, no ha sabido equilibrar la balanza entre la expectativa y la realidad. La tan mal llamada mejor plantilla de la historia franjiverde se ha quedado corta como la aportación del sudamericano que, con papeles como el de su compatriota Pastore, no ha estado a la altura. El 'Pipa' y el 'Flaco' no han conseguido pasar la línea que marca la diferencia entre ser las joyas de la corona de la colección de cromos y ser los futbolistas que marcan, o deben marcar por caché deportivo y económico, la pauta sobre el verde.

Enero abre la puerta al cambio y Bragarnik debe coger el toro por los cuernos. Su apuesta en agosto no fue mala. Nadie, y tampoco 'el dueño de la pelota', tiene una bola de cristal para conocer el futuro y apostar sobre seguro en un terreno tan pantanoso como es el fútbol. Tampoco nadie puede restarle la ilusión efervescente que generaron las llegadas de ambos futbolistas pero el tiempo ha pasado y el fútbol ha puesto a cada cual es su sitio. El tiempo de adaptación es una losa pero más es saltar al terreno de juego y no ponerlo todo parra maquillar la actitud y la aptitud si no encuentras el camino.

Tampoco ayuda a Benedetto de cara al aficionado que su nombre sea reclamo en La Bombonera. El 'Pipa' tiene el don de ser relacionado con equipos, cuando se debe a otros, sin taparse. Seguro que en Elche gustó mucho en su día que se intercambiara, y quedara inmortalizado, camiseta con Marcone (esto también va por el centrocampista). La diferencia está en que el primero vino a Elche a cumplir su deseo y el segundo es imposible, a día de hoy, imaginar que fichara en Marsella. Ahora que posa con bandera de CA Boca Juniors no se si en Elche sienta tan bien como entonces. Cuanto menos es evitable.

Benedetto debe decidir. El problema llega cuando uno no es libre para hacerlo y su representante es quien mueve los hilos. La sapiencia de Bragarnik invita al negocio y el 'Pipa' apunta a ser otro más. Que desde Buenos Aires se diga abierta y públicamente que Benedetto quiere irse al club xeneize me reafirma en mi pensamiento inicial y la actitud y la aptitud del argentino. Si se quiere ir, que se vaya pero que entienda que el Elche CF, ese club del que es accionista, él sabrá por qué y en qué medida, está por encima de cromos y etiquetas. Aquí se viene a correr y a trabajar, no a hacerse la foto con la camiseta.