Con buenas sensaciones no es suficiente

El Elche CF progresa adecuadamente pero la nota no le da para aprobar. El conjunto franjiverde ha mejorado en los dos partidos que Jorge Almirón ha asumido las riendas del primer equipo pero los resultados siguen dando la espalda a la plantilla ilicitana. El empate y la derrota cosechados ante Valencia CF y Real Madrid CF han dejado un halo de esperanza tan ilusionante como etéreo porque el fútbol no está marcado por las sensaciones, sino por los resultados. El más optimista pensará que el camino más corto hacia la victoria es este pero habrá quien sea más pesimista y considerará que ni haciendo méritos los ilicitanos han sido capaces de desvirgarse en torno al triunfo en las diez primeras jornadas de competición liguera. El bagaje es preocupante, tres puntos de treinta y a cinco de la permanencia; que podrían ser hasta seis en el peor de los casos al cierre de la jornada. Unos números inquietantes a las puertas del último tramo del calendario liguero, antes del parón por el Mundial de Qatar 2022.

La llegada de Jorge Almirón ha despertado el espíritu ofensivo del Elche CF. Si con Francisco, los ilicitanos vivían anclados en defensa sin la posibilidad de generar ocasiones suficientes para poder ver portería, con el argentino el guión ha cambiado. El conjunto franjiverde marcaba dos goles en Mestalla, uno menos que con el entrenador almeriense en siete encuentros, pero sobre todo el juego ilicitano ha permitido ver mayor soltura de cara a portería. Contra el Real Madrid CF, los franjiverde llegaron a tener hasta cinco ocasiones para batir la meta defendida por Lunin pero el acierto está siendo el mismo que se lleva arrastrando desde el inicio de temporada. Almirón quiere implantar una idea de fútbol basada en la posesión de la pelota y la tenacidad de cara al marco contrario, pero de momento los resultados siguen siendo la mancha negra del futbol coral franjiverde.  La calidad manda. Primera División no perdona y por mucho que mejores tu imagen, el resultado marca el camino hacia el éxito o hacia el fracaso. 

La derrota cosechada ayer por el Elche CF ante el Real Madrid sigue dejando brotes verdes de un equipo que no tiene suficiente con demostrar que quiere pero no puede. El fútbol son goles y, aunque el paso al frente es evidente, el equipo viene de un momento tan pobre que todo lo que se haga sabe a gloria. El consuelo viene de la mano de una identidad que se está moldeando y cociendo a fuego lento. Valencia CF y Real Madrid CF han sido el primer banco de pruebas para un Jorge Almirón que no renuncia a su estilo. El problema llega cuando la propuesta no puede estar por encima del perfil del futbolista que tienes. Ayer se vieron cosas positivas pero no se puede obviar, ni tampoco se debe si no queremos hacernos trampas jugando al solitario, que las decisiones arbitrales, justas todas ellas, dieron vida a los franjiverde. El Elche CF apunta al horizonte y busca el camino pero tiene por delante un largo trecho que recorrer.

Ganar se resiste

El vaso se puede ver medio lleno o medio vacío. Pensar que con minutos en dos buenas segundas partes en Mestalla y Martínez Valero es suficiente crédito como para creer en la reacción futbolística y la recuperación clasificatoria, o entender que esto va de ganar partidos y que cuando haces méritos para llevarte algo más eres incapaz de convertir en resultados tus sensaciones. Nadie prohíbe ser optimista, como tampoco nadie niega a quien lo considere quedarse con la cara más amarga de la película, pero una cosa esta clara. Este Elche CF necesita sumar de una vez por todas su primera victoria. Dar un paso de confianza al frente para que el trabajo se refleje en la clasificación y el fútbol sea menos egoísta y cruel de lo que ha sido hasta el momento. El calendario marca el futuro a corto, medio, y quizás, largo plazo. RCD Espanyol, Getafe CF, Real Valladolid y Girona FC se antojan como fundamentales para no marcharse descolgado, clasificatoriamente, al parón de LaLiga.