Cuándo, cómo y dónde experimentar

Elche CF | OPINIÓN

Cuándo, cómo y dónde experimentar

Jerónimo Tormo,

El debut de Sebastián Beccacece ha generado once días de cábalas y expectación para poder descifrar cuál podía ser el sello del entrenador argentino en el banquillo del estadio Martínez Valero. El partido contra el FC Barcelona no puede medir ni calibrar las intenciones del técnico, o las prestaciones del equipo, pero sí la capacidad que pueda ir desarrollando el rosarino en el cargo franjiverde durante el año y medio que tiene de contrato.

El debut de Beccacece dejó varios detalles tácticos que sólo el tiempo, y sobre todo el fútbol, dirá si son aciertos o errores. No por no salir a la primera deben ser defenestrados o condenado. La insistencia es la clave del éxito. El fútbol no es lo que pasa, si no lo que se hace con lo que pasa. Una teoría que también hay que saber interpretar para que la valentía no se convierta en inconsciencia o la constancia en cabezonería.

Experimentar no es malo, pero hay que saber dónde y cuándo se puede hacer porque las líneas que separan el experimentos del invento y de la chapuza, en el fútbol son muy difusas. Alinear a Mascarell como central, cuando te dejas a cuatro en el banquillo, y dejar desnuda la medular sin tu futbolista diferencial para apostar por un Carmona adaptado, teniendo específicos en la convocatoria, me sorprende. Más aún con el resultado del invento y con el fin que pueda tener de cara al futuro.

Carmona no seguirá la próxima campaña en Elche y Mascarell, tres cuartas partes de lo mismo a pesar de tener contrato. Y si continuasen no creo que sus posiciones en el césped vayan a ser las vistas el sábado porque todos sabemos que el futbolista, donde mejor rinde, es en su puesto. Beccacece se marcó uno de esos ataques de entrenador que si salen te encumbran, pero si fallas te rodean de dudas.

El planteamiento del argentino llegó hasta donde la calidad del rival permitió. No se puede juzgar porque sería irreal querer sacar conclusiones de un partido tan desigual, y en un debut con dos semanas de trabajo a la espalda, pero hay matices que me preocupa que no se acaben corrigiendo y se acaben convirtiendo en el Pastore en banda de Escribá o en el Marcone saliendo desde atrás de Almirón.

A favor del argentino está su versatilidad en fase defensiva y ofensiva. Algo tan lógico como girar la pizarra, según el sentido del juego, es de siempre perogrullo; pero cuando vienes de la cabezonería de la línea de cinco, por el imperativo de no haber evolucionado, cualquier rayo de luz táctico se convierte en una sensación de esperanza e ilusión en que se puede ver algo más que morir con tres centrales.

Experimentar descubre y abre horizontes. El momento de la temporada invita a seguir compitiendo y a no bajar los brazos. Pensar que abril y mayo son la nueva pretemporada es un error porque el fútbol vive del presente y no permite pensar en el futuro. Julio y agosto llegarán y con él deberá hacerlo el nuevo Elche CF. El actual está para lo que está y creer que ahora se invierte tiempo en el próximo puede ser la mejor cortina de humo para tapar un final de curso decepcionante.

Beccacece va a ser en el Martínez Valero lo que Beccacece sepa y pueda ser. Lo visto el sábado no define pero sí acerca a lo que el argentino quiere.  Su Elche CF, mirando al futuro, puede que no sea el actual, por jugadores, pero sí por perfiles. Trabajar y repetir ayudará a estar a un lado o a otro de la delegada línea que separa el éxito del fracaso; pero sobre todo evolucionar y entender que el fútbol es acción y reacción. Estudiar no te da el aprobado, pero te ayuda.

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