Del descenso… al ascenso

Veintiún días y once meses. Ese es el tiempo que ha  transcurrido para que los objetivos de Elche CF y RCD Mallorca hayan virado su rumbo de forma radical. De pelear por la permanencia en Segunda División a tener que luchar por salir de Segunda División B. Franjiverde y bermellones volverán a verse las caras con un mismo interés en juego, pero prácticamente un año después han cambiado muchas cosas. El pasado 6 de mayo de 2017, el Elche CF aterrizaba en Palma con el objetivo, y la necesidad, de sumar una victoria que le sacara de la zona caliente de la clasificación. No parecía difícil, era cuestión de tener que sumar un triunfo que levantara la moral, una victoria que nunca llegó.

Aquel Elche CF, dirigido por Vicente Parras, había heredado la mala dinámica de Alberto Toril. Los ilicitanos acababan de prescindir de los servicios del entrenador cordobés y miraban la tabla desde el décimo séptimo puesto, con una ventaja de un punto respecto al cuarto clasificado por la cola. El equipo balear era penúltimo, a seis puntos de los ilicitanos. Fernando Vázquez y Javier Olaziola habían dejado paso a Sergi Barjuan. Aquel día el equipo insular daría un golpe de efecto, y moral, a la Liga y el equipo ilicitano. El Elche CF caía en el descuento 1-0, con gol de Lago Junior, y se colocaba con los mismos puntos que los puestos de descenso. Lo que después vino fueron cuatro derrotas y un insuficiente empate. El RCD Mallorca levantaría el vuelo, no lo suficiente, sumando una victoria y tres empates que ensombrecieron una derrota en Valladolid. El resultado final, un vuelco a la clasificación para acabar dejando a los mallorquines dos puntos por encima de los ilicitanos, pero los dos en descenso a Segunda División B.

Un año después

El próximo 15 de abril de 2018, ambos equipos se verán las caras con un objetivo totalmente distinto, regresar a la categoría de plata del fútbol español. La diferencia de siete puntos puede quedar recortada o ampliada, según el resultado del próximo domingo, dejando todavía abierta la posibilidad de pelear por el primer puesto o tener el equipo franjiverde que resignarse por alcanzar como consuelo el segundo cajón de la clasificación, que actualmente ocupa el Villarreal CF B. Un partido el del próximo fin de semana que hará recordar viejos y mejores tiempos de ambos equipos. Entre medias, en este año de sufrimiento y peregrinaje, una cita saldada con victoria por 2-0 del líder del grupo III de Segunda División B. Un triunfo que demostró en aquel momento cuál era el equipo gallito de la categoría. El domingo las tornas clasificatorias seguirán manteniéndose pase lo que pase pero una victoria franjiverde puede significar devolver la moneda a los baleares de aquel 6 de mayo de 2017, aunque sea anímicamente.