Elche CF | ANÁLISIS
Despedir, cesar y vetar
La llegada de Diego García a la presidencia del Consejo de Administración del Elche CF no ha limpiado de polémica a una entidad que sigue anclada en los males del pasado y no encuentra las soluciones para el futuro
El vaso de los problemas de Diego García ha vuelto a colmarse con el despido de Edu Albacar, y el posterior comunicado del catalán señalándole como “la persona que desgraciadamente representa al Elche CF” entre otros puntos calientes de su escrito. No es la primera, y teniendo en cuenta el curriculum del abogado ilicitano, apunta a no ser la última en la que el Elche CF que dirige se vea envuelto en la polémica lejos del terreno de juego. La presidencia de Diego García en el Elche CF suma más sombras que luces durante los diecisiete meses que el ilicitano está al frente de la entidad del Martínez Valero, primero como administrador único de la mercantil Helike Football Management y posteriormente, tras su dimisión en el cargo en Junta de Accionistas e inmediata reelección, como persona física. El obligatorio ascenso a Segunda División, premiado con abucheos en la Plaça de Baix por la afición franjiverde mientras García pronunciaba su discurso, y el necesario acuerdo firmado con la Agencia Tributaria son las medallas de un presidente que no ha conseguido quitarse, junto con su grupo de consejeros, la etiqueta de hombre de paja del ex máximo mandatario, José Sepulcre.
La llegada de Diego García al cargo estuvo marcada por la fractura existente entre el Consejo de Administración y el ex presidente Juan Serrano. El cese del mandatario supuso la entrada de un abogado que había defendido la figura de Alessandro Gaucci, mediando en el intento del italiano por acceder sin suerte al accionariado franjiverde, con el as en la manga del contrato firmado por José Sepulcre a Juan Carlos Ramírez para que el vasco saliera del Consejo de Administración franjiverde. Sepulcre no dudó en señalar en COPE Elche (100.8 FM) a “un despacho de abogados” como causante del conocimiento público del vínculo firmado con el vizcaíno. La salida de la presidencia franjiverde, por la puerta de atrás, de Juan Serrano abrió la de entrada de par en par al ilicitano, una decisión que hizo explotar entre el entorno franjiverde lo que se ha empezado a conocer como fractura de la paz social.
Guerra con el IVF
El cambio de presidente empeoró la relación entre el Elche CF y el Instituto Valenciano de Finanzas al que se unió el Ayuntamiento ilicitano con duras críticas a la gestión de la entidad franjiverde. El mensaje de Carlos González, alcalde de la ciudad, torpedeó la línea de flotación del Consejo al acusarle de “apartarse del interés general de la entidad” y dejar escaparla “oportunidad de aprovechar un inversor”. El primer edil no hacía más que seguir la pauta marcada por Manuel Illueca, director general del IVF, que llegó a asegurar que el órgano rector ilicitano “se va a ganar un lugar en la historia del Elche CF” explicando que “el Consejo preferiría que el Elche desapareciera antes de dimitir” ante las barreras impuestas para poder vender el 54% de acciones que el ente autonómico posee.
La tensa relación Valencia-Elche se vio acrecentada con la aparición de Skyline International, grupo inversor interesado en hacerse con la mayoría accionarial franjiverde en subasta pública. El club presidido por Diego García impugnó un proceso de venta que, a horas de su finalización, quedó abortado. Tampoco la famosa alfombra roja fue suficiente ante la llegada de José Miguel Garrido, empresario madrileño que siempre dudó de la veracidad de la oferta encabezada por José Sepulcre y el supuesto aval con el que se debía hacer frente al pago, que nunca se presentó sobre la mesa del ente autonómico. El ex presidente del Albacete Balompié también tuvo su mensaje hacia Diego García recordando que “todos saben que hay un presidente (García) puesto por un accionista (Sepulcre), que no es el mayoritario pero parece que es el de referencia con sólo un 7% del Club”. El Elche CF sigue sin comprador.
La última referencia al proceso de venta de la entidad franjiverde se ha basado en el supuesto interés de un grupo inversor que está “ultimando” la operación con el IVF. El comunicado de la entidad sirvió para suspender una Junta Extraordinaria de Accionistas, por segunda vez en menos de un año (en la anterior el argumento radicó en la situación judicial que paralizaba la toma de decisiones y la prohibición a que el ente autonómico quedara diluido en el capital social franjiverde). Valencia no tardó en desmentir un texto en el que se aseguró que “el IVF no ultima un acuerdo con nadie y ahora mismo no hay ninguna oferta sobre la mesa”. El Consejo ha fijado el 25 de octubre como nueva fecha para reunirse con sus accionistas y seguir insistiendo en una ampliación de capital, adicionada al concurso de acreedores, que parece más dirigida a ampliar el poder de los accionistas de referencia del Elche CF, que encabeza José Sepulcre, y diluir al IVF; que a inyectar dinero en las arcas de la entidad franjiverde para resolver los problemas de viabilidad económica.
Presencia de Sepulcre
La sombra de José Sepulcre sigue siendo alargada en el Martínez Valero. El ex presidente ha reconocido de manera pública las ayudas económicas que ha realizado a un Consejo de Administración que, a diferencia de como hiciera en el pasado el ex máximo mandatario en colaboración con otros dirigentes como Diego Fuentes, no aportan dinero al club ilicitano mientras el empresario afronta los pagos a la Agencia Tributaria, para cumplir con los acuerdos firmados, y cubre el déficit de las temporadas para cuadrar los presupuestos, dejando el papel de los actuales componentes Consejo de Administración franjiverde en simples figuras decorativas y dependientes del brazo económico de Sepulcre.
Un órgano rector que, según Diario Información (en noticia publicada el pasado mes de octubre), utilizó su derecho de tanteo para, a través de un “grupo de empresarios, cuyos nombres no han trascendido, pero en los que hay afines a la directiva” adquirir los terrenos realizando el Elche CF el papel de “intermediario” obteniendo 400.000 euros y pudiendo usar los terrenos de manera gratuita, teniendo que a final de temporada negociar las condiciones futuras del posible alquiler. Una operación que, según contrastó Diario Información, para exdirigentes del Elche CF “no es una buena operación y tenía que haber sido el club quien adquiriera los terrenos para tenerlos en propiedad y poder llevar a cabo el proyecto de futura ciudad deportiva. Incluso, dicen que los nuevos propietarios lo que van hacer es especular con los terrenos”. La imagen del parking del estadio, vallado, (historia aparte) no es la más adecuada, hasta que las empresas que tienen el derecho a edificar consigan los permisos para poder hacerlo.
Descenso a Segunda B
La parcela institucional no es la única que le ha costado más de un borrón a Diego García en su expediente presidencial. La deportiva ha estado salpicada de polémica con el descenso a Segunda División B como punta más dolorosa del iceberg. La dimisión de Ramón Planes como director deportivo fue el principio del fin de un proyecto que nació muerto con la elección de Alberto Toril como entrenador y José Luis ‘Chuti’ Molina como nuevo responsable de la secretaría técnica. La dejadez en la toma de decisiones y el pasotismo ante los problemas deportivos dejaron sin reacción a un equipo que acabó cayendo al pozo de la categoría de bronce del fútbol nacional. El interés y la preocupación por poner todas las cortapisas habidas y por haber para obstaculizar la venta del 54% a Skyline International fueron suficiente distracción para olvidar lo que realmente importa, el Elche CF.
Con el equipo en Segunda División B, y la experiencia del pasado curso, la situación no mejoró a la hora de tener que tomar decisiones deportivas. Las discrepancias con Vicente Mir, unidas a un inicio arrollador de temporada que se fue diluyendo en forma de resultados sobre el césped, acabaron por cortar la cabeza del entrenador valenciano en una decisión más propia de un impulso que de la meditación reflexiva del momento del equipo. Tampoco la elección del sustituto fue la mejor. La llegada de ‘Josico’ no hizo más que agudizar los problemas de un equipo que pidió a gritos su destitución en Ontinyent. Con ‘Pacheta’ se acertó y el equipo pudo regresar a Segunda División en una temporada en la que la polémica la marcó el intento de rescisión del contrato de ‘Nino’. El entorno franjiverde y, sobre todo, la falta de recursos económicos, impidieron que cristalizara una decisión que, tras conocerse a través de los medios de comunicación, volvió a trastocar la tan demandada paz social que tanto cuesta implantar por el Consejo.
El regreso al fútbol profesional tampoco ha apaciguado las aguas. Los problemas con el límite salarial para confeccionar la plantilla, la polémica con el cuerpo médico franjiverde y el despido de Edu Albacar, santo y seña del equipo ilicitano durante las últimas temporadas, por no ajustarse a los parámetros marcados por el club, han vuelto a dejar en evidencia la gestión del Elche CF de Diego García. El veto a la libertad de Prensa (Libertad de Expresión), impidiendo la entrada al Martínez Valero a este periodista que escribe, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de un entorno que no dudó en recriminar la actitud censora y dictatorial del órgano rector, más propia de regímenes totalitarios de otras épocas que de los que actualmente imperan en democracia y defensa de los derechos fundamentales de la Humanidad. Una actitud que demuestra la contradictoria gestión que lleva a cabo Diego García al frente de la entidad franjiverde. Un Club que se salta a la torera el artículo 20 de la Constitución española pero que, el pasado 27 de septiembre de 2017, emite un comunicado para significarse ante el procés català mostrando su “total compromiso con la Constitución de nuestro país” y “condenando cualquier tipo de incumplimiento de nuestra carta magna”.
Responsabilidades del Concurso
Toda una situación que podría rizar el rizo en un desenlace final en el que se debe dictar sentencia en torno a la calificación del concurso de acreedores franjiverde como culpable o fortuito y en donde, el actual presidente del Elche CF, junto con los ex máximos dirigentes de la entidad franjiverde (además de ex consejeros del pasado y la mercantil Los Serranos) José Sepulcre y Juan Anguix, se exponen a tener que asumir los errores del pasado pagando una indemnización solidaria que les volverá a señalar, en caso de producirse, como los peores gestores de los más de noventa años de historia del Elche CF.