El Elche se la pega en Valencia

El peor Elche apareció en Orriols. El equipo franjiverde llevaba dos partidos flojos, maquillados por la reacción ante el Rayo, y suma su tercero frente al Levante, colista, que borró del mapa a los jugadores de Francisco. Ahora se da más valor al triunfo sobre el Rayo y al gran inicio del año, que permite que esta derrota no sea grave, si bien no esconde que hay un problema y que Francisco tiene que tocar una o varias teclas. 

Todo falló en el Ciutat de Valencia, con especial atención al nivel defensivo. El Levante no necesitó un partido excelso ni un juego arrollador para marcar tres goles. El Elche anduvo perdido en todas las líneas. Ni siquiera la vuelta de Lucas Boyé causó efecto. La otra novedad fue la suplencia de Fidel, que dejó su sitio a Pere Milla en el extremo izquierdo para que Carrillo se mantuviera en la titularidad.

Y eso que el inicio de partido dejó buenas sensaciones. Lucas Boyé obligó a intervenir a Cárdenas en la primera acción del partido y tuvo a su favor un remate que mandó por encima del larguero. Fue un espejismo. A medida que pasaban los minutos, el Levante se fue adueñando del juego y encontró una autopista en el lateral izquierdo visitante. Mojica no tuvo su día. Por su banda llegó el primer gol local, a los 37 minutos de juego. Morales aprovechó el desajuste defensivo para marcar a placer. 

El paso por los vestuarios no cambió nada. El Elche se acercó tímidamente al área visitante, pero sin contundencia y con las ideas muy nubladas. El Levante, en cambio, había temblar a Badía cada vez que merodeaba su portería. No era el día. 

Peor en la segunda parte

Francisco movió fichas dando entrada a Ponce y Josan, en busca de un revulsivo que no llegó. Sí que hubo jaleo en el área ilicitana. Otro error de Mojica, otro desajuste de Roco y Pedro Bigas; y Jorge de Frutos abrió brecha. Para colmo, Gumbau vio la tarjeta roja directa por una entrada en la que se pasó de frenada (cosas del fútbol moderno). 

Entraron Guti, Fidel y Marcone, más para estabilizar al equipo y evitar un resultado más amplio que a modo de oda a la remontada. No pasó prácticamente nada hasta que Melero puso el definitivo 3-0. Noche aciaga en el Ciutat.