Elche CF | REPORTAJE
El Elche se reinventa
La comisión deportiva franjiverde apuesta por cubrir su nómina de fichajes con futbolistas procedentes de Segunda División B. El bajo presupuesto de la entidad del Martínez Valero obliga a acudir a un mercado distinto al de cursos pasados
El Elche CF 2018/2019 ha tenido que reinventarse. El equipo franjiverde, ante la precariedad de su presupuesto (fuentes del Martínez Valero aseguran que es el más bajo de toda la Segunda División) ha tenido que poner el punto de mira en futbolistas jóvenes, con hambre de fútbol y ganas de reivindicarse, económicos y, sobre todo, que han militado durante la pasada temporada en Segunda División B:
Hasta el momento, la comisión deportiva que encabeza Jorge Cordero ha firmado a siete jugadores, incluyendo la repesca de ‘Redru’ que ya la temporada pasada militó como cedido por el Real Betis B. Borja (CD Ebro), Nando Quesada (SD Formentera), Juan Cruz (Rayo Majadahonda), Gonzalo Villar (Valencia Mestalla), ‘Chuca’ (Villarreal CF B) y Claudio (Real Sporting B). Un grupo de jugadores que durante el curso pasado militaron en los distintos grupos de la categoría de bronce del fútbol nacional.
Situación asumida
El club franjiverde tiene claro que el presupuesto ajustado que tiene, y el control financiero de la Liga, no le va a permitir hacer grandes dispendios a la hora de incorporar a jugadores al primer equipo. Algo que no es un inconveniente para Jorge Cordero que asegura que “los jugadores que han venido nos gustan a mí y al entrenador. No podemos ponernos al nivel de otros clubes de Segunda, en el aspecto económico, pero no envidio a nadie. Este es el mercado que tengo”.
Lejos queda en el tiempo temporadas en donde el equipo franjiverde gastaba por encima de sus posibilidades acudiendo a refuerzos propios de la categoría de plata del fútbol nacional y en donde, las cesiones de conjuntos de Primera División, eran el más preciado tesoro de la nómina de conjuntos del segundo peldaño del fútbol nacional. El fútbol determinará si la planificación, obligada por las cuestiones económicas e impulsada por el trabajo de campo, es la acertada.