Elche CF | CONTRACRÓNICA
El equipo de mi pueblo
"Ser de los que ganan es muy fácil, ser del Elche CF me parece mejor". ¿Te lo sabes? Seguro que si eres aficionado del equipo franjiverde alguna vez lo habrás cantado. Sobre todo porque entonar esta letra y esta melodía representa una forma de vida deportiva que muchos aficionados, de otros tantos equipos, sienten muy dentro de sus corazones. El de un ilicitano franjiverde tiene atravesado, entre pecho y espalda, en lo más profundo de su alma, una franja de color verde que es su motor de vida.
Partidos como el de hoy reflejan una pasión. No es mejor ni peor que la miles que inundan el mapa futbolístico internacional. Simplemente es diferente. La idiosincrasia de cada pueblo es la que marca su devenir. La historia es la que moldea, con todas las experiencias disfrutadas y sufridas, el ADN de una legión de aficionados que cuando se dan cita cada quince días en un estadio, lo hacen porque su forma de entender el fútbol va de la mano de lo que les ha explicado las victorias y las derrotas de su equipo.
No importa ganar, perder o empatar. Sólo importa el Elche CF. Habrá quien lo entienda y habrá quien lo desprecie. Normalmente es lo que suele pasar, porque ser del equipo pequeño es más fácil de reprochar que de asimilar. Y es por eso por lo que toca muchas veces hacer de tripas corazón. Explicarlo es perder el tiempo. ¿Quién quiere ser del Elche CF, y verse en categorías inferiores sufriendo la parsimonia del fútbol, en vez de sacar pecho con victorias y títulos de equipos campeones?
El matiz a la hora de elegir marca la diferencia. Anima a quien quieras pero recuerda que no hay mayor, y mejor, victoria que ser del equipo de tu pueblo. Nada se puede comparar con heredar de tus padres y abuelos un sentimiento que transmitirás como legado a tus hijos y nietos. Que se llene el Martínez Valero de camisetas azulgranas y cánticos de bufanda. No importa. El corazón late. Mientras haya vida, hay ilusión. Hoy llorarás, mañana sonreirás. El fútbol sabe mejor cuando lo manejas tú y no te maneja él.