Elche CF | OPINIÓN
El muñeco del pim pam pum
El Elche CF se ha convertido en el muñeco del pim pam pum de los árbitros. Una diana en la que se clava cada fin de semana el dardo de la duda. El paso de los partidos ha dejado un halo de conspiración que, aunque me resisto a creer, cada vez cuesta más defender la teoría de la inexistencia de las manos negras. El equipo franjiverde ha visto como en cada jornada ha sido castigado con la falta de criterio que marca la interpretación personal de un colegiado. Una costumbre que, cuando no se genera crea mayor temor que cuando se produce porque la experiencia invita a pensar que la próxima decisión será peor para equilibrar la balanza desequilibrada en la que vive instalada la plantilla ilicitana durante la temporada.
No queremos que nos den, pero tampoco queremos que nos quiten y ahí es donde nace el problema. La interpretación o la desgana a la hora de acudir al VAR como solución ha abierto la puerta al menosprecio. Quizás haya que acostumbrarse y entender que al Elche CF no se le va a mirar con los mismos ojos, tanto a favor como en contra, desde el plano arbitral. Lo sé, da pena. Tanta como rabia e impotencia deber hablar de los fallos de los de negro en lugar de los aciertos del equipo franjiverde. Ayer hubo muchos, también errores. También sumaron y restaron en el marcador pero los cometiste tú y nadie más. Lo que viene siendo lo que hace justa o injusta una derrota.
Nadie entiende por qué una decisión si se visiona y otra no cuando el patrón por el que está cortada es el mismo. Cuando un entrenador se equivoca, se le destituye; cuando un futbolista falla, no se le renueva. ¿Qué pasa cuando un árbitro se equivoca y perjudica el trabajo de un entrenador y un futbolista? Nada. O sí, se le da el mejor partido de Copa del Rey en Alcoy como sucedió con Cordero Vega, que venía de meter la pata hasta el fondo en el Martínez Valero ante el Granada CF. Son sus costumbres y hay que respetarlas. Hasta los propios árbitros no entienden a los árbitros. Es el mejor trabalenguas para explicar lo difícil que es pitar, sí, pero más lo es aún cuando se desprecia la tecnología para no quedar en evidencia.
Qué sabrá un árbitro lo que es natural o antinatural si lo primero que tiene que saber es qué es una mano dentro de un área. La temporada franjiverde se ha convertido en un máster con el que estamos aprendiendo que hecha la ley, hecha la trampa. Juzgar en el fútbol requiere entender el fútbol y no ser el cuadriculado de turno que se aferra a la máquina cuando le interesa. Quien no llora no mama, decía Pere Milla tras la enésima cruzada arbitral contra los intereses franjiverde. A buenas horas, diría yo. Hace mucho tiempo que el Elche CF debió quejarse de manera pública y formal pero decidió ser el niño bueno de la clase. Lo que no sabía es que no le iba a servir para nada y que como buen niño bueno sigue pagando platos rotos.