El plan de Lucas Boyé

Lucas Boyé tiene un plan. El delantero argentino ha aprovechado que no puede jugar contra el FC Barcelona, el próximo fin de semana por acumulación de tarjetas amarillas, para cuidarse físicamente todo lo que no le permite la inmediatez y urgencia de la competición. El futbolista franjiverde ha tenido que rebajar carga de trabajo durante las últimas semanas para poder llegar en las mejores condiciones posibles a los partidos.

La semana previa del duelo ante la Real Sociedad fue el más claro ejemplo de que los minutos ya pesan en la musculatura del delantero de San Gregorio y prevenir es curar. El argentino no trabajó con el grupo en toda la semana, hasta el último entrenamiento (que habitualmente es el menos exigente desde el punto de vista físico), para poder ser titular en el Reale Arena e incluso completar los noventa minutos.

Lucas Boyé ha estado esta semana al margen del grupo. También lo estará la próxima, más allá de que sus sensaciones sean positivas y pueda integrarse en la dinámica grupal para que Sebastián Beccacece le vea en acción sobre el verde. El delantero no va a correr riesgos innecesarios porque su presencia ante el FC Barcelona está descartada. El trabajo del argentino se limita a ejercitarse en el gimnasio, al margen del césped.

Trabajo específico

El verde se pisa para hacer carrera continua o esprintar. El objetivo es evitar forzar la musculatura durante un entrenamiento con el grupo. Hay que evitar la intensidad y el choque y mimar con mucho trabajo de fisioterapia. El delantero se ejercitaba ayer, junto con Magallán, con Aitor Soler. El trabajo específico con el readaptador santapolero es clave durante este periodo de rebaja de carga para volver en las mejores condiciones.