Un trabajado punto para empezar

Un merecido y trabajado punto para empezar la Liga. El Elche se sostuvo en el inicio del campeonato con un partido completo ante el Athletic Club, en el que hizo casi todo bien, salvo el gol. 

Fran Escribá colocó un once muy parecido al que utilizó la pasada temporada, con solo tres novedades. Kiko Casilla es su portero, por lo que Edgar Badía queda, al menos en el inicio de curso, abocado a la suplencia, al igual que hace tres meses. Los defensas Enzo Roco y Pedro Bigas fueron las otras caras nuevas en el Martínez Valero. Les acompañó en la línea de tres Gonzalo Verdú. El resto, lo puedes decir de carrerilla. Mojica y Josan a las bandas, Raúl Guti de organizador arropado por Marcone, Fidel en la mediapunta y Pere Milla y Lucas Boyé para la punta de ataque. 

El Elche suplió la falta de calidad con un trabajo titánico en todas las líneas que le permitió mantener vivas sus opciones en todo momento. Aún es pronto para sacar conclusiones, pero este equipo es más atrevido y agresivo que el que utilizó Fran Escribá la temporada pasada para opositar, con éxito, a la permanencia. Lo que no cambia son los problemas con el gol. Los franjiverdes crearon peligro, fruto de una fuerte presión y de una salida rápida por bandas; donde Mojica y Josan se incorporaron al ataque siempre que tuvieron la oportunidad. Volvió a fallar el acierto en los últimos metros. Boyé y Milla tuvieron las acciones más claras sin acierto entre los tres palos. Sí que marcó Fidel Chaves tras un centro de Josan desde el lateral, pero en fuera de juego según una línea del VAR que deja muchas dudas. No queda otra que creérselo. 

Defensa y Kiko Casilla

En defensa, el equipo ofreció más luces que sombras. El Athletic sorprendió en el tramo inicial, ante el desconcierto de la zaga franjiverde en algunas jugadas. Al igual que a los locales, a los leones les faltó moder en el Martínez Valero, aunque culpa de ello también lo tiene el trabajo de los franjiverdes. Marcone y Diego González, éste ya en la segunda mitad, tuvieron que emplearse a fondo para desbaratar el peligro cuando se cantaba gol en el banquillo visitante; mientras que Kiko Casilla tuvo que intervenir en los últimos minutos de la primera mitad. 

Carrusel de cambios

El guion con alternativas en ambas áreas siguió en la reanudación, aunque con menos peligro por parte de los dos equipos. Lucas Boyé y Fidel fueron los protagonista por parte de los locales, con un juego de garra y entrega que dieron respiro a los suyos y que hicieron saltar los aplausos de la afición. Hubo intercambio de llegadas. Fidel lanzó a las nubes una falta provocada por Boyé y Diego González, que había entrado por Roco a la hora de juego, impidió el disparo de Williams. 

Los dos entrenadores dejaron las sustituciones para la segunda mitad. Guido Carillo entró para dar alternativas en ataque; y Escribá equilibró al equipo en el tramo final con la entrada de Tete Morente y Helibelton. Marcelino sí que agotó los cinco cambios, dando entrada, a lo largo de la segunda parte, a Lekue, Vesga, Villalibre, Zarraga y Niko Williams. 

Entre movimientos tácticos y de jugadores, Dani García disparó desviado y Verdú estuvo cerca de abrir el marcador con un cabezazo que se marchó lamiendo el palo de Agirrezabala, que sustituyó a Unai Simón, de vacaciones. El Elche no renunció al gol en ningún momento y eso es de aplaudir, máxime ante un rival teóricamente superior como el Athletic. Morente tuvo la última en un lanzamiento que obligó al portero rojiblanco a lucirse.