¿Lo que pasa en Huesca se queda en Huesca?

El Alcoraz ha dejado al descubierto un problema que en el Elche CF de Fran Escribá se recordaba de la etapa de Jorge Almirón pero que, por las características de los partidos que el conjunto franjiverde ha disputado, todavía no se había afrontado para poner a prueba el nivel real de importancia que puede tener de cara a la recta final de temporada. El equipo franjiverde no tiene recursos suficientes como para resolver situaciones contrarias en las que se le cede el balón para manejarlo y encontrar el camino hacia portería rival.

El Elche CF se topó en Huesca con un problema de antaño, que se sufría incluso en temporadas anteriores, que el propio ‘Pacheta’ tuvo que resolver. El burgalés se sacó de la chistera a un tal Gonzalo Villar que le dio, hasta su salida en el mercado invernal, la claridad de ideas que todo equipo necesita en la zona de creación de juego. El burgalés tuvo que amasar durante meses de trabajo al murciano para pulirle y sacarle brillo. No fue un invento de la noche a la mañana, fue un trabajo de paciencia y de constancia, a pesar de las críticas y en ocasiones actuaciones insuficientes. Confianza correspondida con cualidades sobre el verde.

Ahora, Escribá tiene una tarea de similar dificultad e importancia, con el añadido de que el tiempo no juega a favor del conjunto franjiverde y que los mimbres no parecen ser los más adecuados. ¿Tiene el valenciano un Gonzalo Villar en su plantilla? Cuesta entender que la demarcación del terreno de juego en la que más dinero se ha invertido, cerca de diez millones de euros, sea la que menos soluciones ofrece cuando los partidos se atascan. Escribá cuenta con lo que cuenta y difícilmente de la noche a la mañana puede obrarse el milagro de que un futbolista de unas características interprete un papel que no acostumbra.

El entrenador franjiverde no ha tardado en restarle importancia a la situación deseando que lo que pasa en Huesca se quede en Huesca. Todo dependerá de lo que su equipo sea capaz de exponer en los próximos partidos y que la preocupante falta de iniciativa a la hora de tener que asumir galones en el juego haya sido una casualidad más que una causalidad. ‘Pacheta’ supo leer el partido y darle el envenenado regalo de la posesión a los franjiverde. Escribá no supo resolver un problema, a pesar de tener a Víctor en el banquillo. El Elche CF hincó la rodilla al más puro estilo Almirón, con balón en horizontal, sin profundidad y con un olor a impotencia que se ha de voltear.

Tampoco hay que olvidar, si se trata de barrer pesimismos y centrarnos en realismos, que este Elche CF sigue dependiendo de sí mismo para lograr la permanencia en Primera División. El puesto y la ventaja han cambiado pero no la posibilidad de que tus propios resultados te lleven al objetivo, más aún con la cita ante el cuarto por la cola como local. El problema no está en depende de ti mismo, las rentas o las sensaciones y resultados; el problema estará en no saber adaptarte a las circunstancias y exigencias y que lo que sucede en un escenario no se corrija. El fútbol obliga a reciclarse y renovarse cada siete días. Ese es el camino.