Ese poquito que construye el muchito

Elche CF | OPINIÓN

Ese poquito que construye el muchito

Jerónimo Tormo,

El Elche CF se está quedando corto. Parece que el equipo franjiverde se está dejando esta temporada lo mejor para las rectas finales de los partidos en donde avasalla y embotella a sus rivales cuando mira de reojo el cronómetro. Ya van dos jornadas en donde el equipo ilicitano se ha quedado sin tiempo para poder sumar una victoria que, a tenor de las virtudes que plasma sobre el terreno de juego, parece que merecen mayor botín del obtenido. Tampoco podemos olvidar que el sabor de boca que deja ver al equipo moverse a base de arreones maquilla la falta de clarividencia de cara al marco contrario, algo que quizás es más importante que acabar muriendo en el área rival, cuando has dejado pasar un valioso tiempo en el que, por no hacer los deberes a tiempo tiene que sufrir esperando el sonido de la bocina.

La lectura de la situación tiene, como todo, dos caras. Se puede ver el vaso medio lleno y disfrutar de la imagen de un grupo de jugadores que se vacía sobre el terreno de juego hasta el último segundo del último minuto en busca de la victoria. Queda bien y además refleja parte de la realidad, pero no toda. El vaso medio vacío es más preocupante, pero también más fácil de corregir. A este Elche CF le siguen faltando cosas, ese poquito que es un muchito, que diría ‘Pacheta’. Paz con balón para saber elegir en la toma de decisiones. Calma y tranquilidad para encontrar el hueco por el que el balón alcance la gloria. Tan fácil de decir como difícil de conseguir. Una enfermedad que tiene como cura el tiempo.

‘Pacheta’ lo sabe y no lo esconde. Me gusta, quiere decir que tienes detectado el problema para poder encontrar la solución. El burgalés se caracteriza por martillear una idea hasta esculpirla con un cincel de insistencia y perseverancia. Desde luego que por trabajo no va a ser, ahora falta esa calidad de la que el entrenador no duda pero debe de tener las orejas tiesas. El gol en el fútbol cuesta dinero y el Elche CF no tiene. Está bien poner un Yacine en tu vida, y más si ve portería, pero con el franco marroquí este equipo no puede ir al fin del mundo. En la suma de todos los esfuerzos de cara al marco contrario estará la receta para encontrar la tranquilidad y paz que tanto se ansía.

Al Elche CF los partidos se le hacen cortos y eso también evidencia que se hacen las cosas bien. Que la sensación de insatisfacción puede con la de agonía porque se cubren etapas en la evolución del equipo franjiverde. Tachando el debut liguero, un accidente o una mala tarde (llamémoslo como queramos) los ilicitanos han demostrado ir en línea ascendente. Puede que algunos piensen que con mayor o menor justicia en el marcador a tenor de los logros pero igual que el equipo mereció más en Zaragoza, no mereció tanto en Alcorcón; igual que ante CD Tenerife y CD Numancia las ocasiones no se supieron materializar, ante Real Oviedo la eficacia fue la bandera franjiverde. El fútbol, como los árbitros, durante toda una temporada acaban equilibrando la balanza.

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