Elche CF | ANÁLISIS
¿Hora de cambiar?
Escribá ha tenido una semana extra para preparar el partido que el Elche CF debe diputar ante el Real Betis. El valenciano debe recuperar la identidad que hizo de los franjiverde un equipo fiable en defensa y efectivo en ataque
Renovarse o morir. Adaptarse, reciclarse, regenerarse. Toca dar un paso al frente, pero también recuperar lo que te ha funcionado para potenciarlo y sacarle el máximo provecho. El Elche CF tiene una cita con la competición. Espera el Real Betis Balompié pero el partido es también una prueba para el propio equipo franjiverde. Los dos de quince sumados en el casillero en las últimas jornadas han conducido al equipo ilicitano a la zona de descenso y a asumirse en una dinámica en donde, tras el cambio de sistema en la cita ante la Real Sociedad en Anoeta, los resultados han desequilibrado la balanza hacia el costado negativo.
Casualidad o causalidad, el Elche CF de defensa de cuatro ha sumado cinco puntos en siete partidos. El sistema de tres centrales y dos carrileros ha dejado en el Martínez Valero seis puntos en seis encuentros. La diferencia objetiva de los números es mínima, un 33’3% contra un 23’8%, o quizás no, porque un punto puede ser la diferencia entre quedarte en Primera División o marcharte a Segunda División. La mayor diferencia entre el tramo inicial de este primer tercio de competición liguera y el segundo son esas sensaciones que dejaban insatisfecho a Fran Escribá. Aunque el denominador común se marca en que el equipo compite, no es suficiente para ganar un partido y la sensación es la de que en lugar de crecer se mengua en el juego.
El Elche CF de Fran Escribá ha pasado de ser un equipo fiable en defensa a sufrir por su falta de contundencia en la retaguardia. Los datos lo demuestran. Siete goles en seis partidos, aunque cuatro en el duelo ante el Villarreal CF (y dos porterías a cero); diez goles en siete partidos (sólo una vez la puerta sin encajar). Los franjiverde han dado un paso atrás en su forma de echar el cerrojo y desde el duelo en Anoeta no han encontrado la solución a los problemas que le han dejado entre los tres peores equipos de la clasificación de Primera División. Además, el hecho de que los ilicitanos hayan duplicado sus goles a favor, cuatro y ocho, en los dos tramos marcados del curso y saquen menos puntos se convierte en un problema añadido.
Nombres propios
El cambio de sistema ha perjudicado a los jugadores que más estaban brillando. Escribá sigue sin encontrar una pareja de centrales solvente. Sólo Pedro Bigas se ha consolidado en la dupla pero ni Enzo Roco, Gonzalo Verdó o Diego González se han ganado el puesto. El chileno se ha convertido en titular pero cartagenero y gaditano han ocupado el banquillo con más pena que gloria. El mejor ejemplo es Johan Mojica. El colombiano ha pasado de revelación a perder su brillo. Palma demostró que el lateral, liberado, genera más peligro que encorsetado en labores defensivas. Además, Fidel ha bajado su rendimiento. El onubense se siente más cómodo moviéndose a lo largo y ancho del campo que pegado en banda. En la otra cara de la moneda se encuentra Pastore. El argentino no luce en banda. Escribá sigue reordenando el puzle.