La fuerza del equipo

Elche CF | OPINIÓN

La fuerza del equipo

Jerónimo Tormo,

La victoria tiene muchos caminos. El más corto siempre es el gol. La clave para estar cerca de la victoria y el gol es recorrer todos los caminos siendo fiel a una misma identidad, siempre al mismo ritmo. El Elche CF de Francisco ha demostrado que su recetario es amplio. Desde la valentía que supone la presión alta en campo contrario, para robar y marcar, hasta la paciencia táctica que requiere del saber esperar el momento, desde la efectividad ofensiva y la sobriedad defensiva. El camino puede ser más o menos rápido, más dulce o más sufrido, pero el equipaje siempre debe ser el mismo. Personalidad. No hay más, es la clave. El resultado, así, llegará. El triunfo ante el Villarreal CF demuestra la importancia de saber entender la necesidad de adaptarse a un plan de partido. Decía Francisco en la previa que el Elche CF sería ambicioso y valiente pero sabiendo a quién iba a tener como rival, con sus necesarias precauciones. Ayer el alumno le ganó la partida al maestro jugando con las negras. Una lección táctica en donde los franjiverde demostraron que la calidad no lo es todo en el fútbol para ganar un partido. 

El Elche CF de Francisco ha crecido respecto al de Escribá. El valenciano había dejado el listón del recuerdo alto pero la balanza entre las sensaciones y los resultados no se compensaba con la confianza de un grupo al que no supo sacarle el rédito necesario para ponerla al nivel clasificatorio que había generado la expectativa. El almeriense ha sabido subir el nivel de lo ofensivo para, con pico y pala durante las últimas jornadas, ir equilibrándolo con la parcela defensiva. Un gol en tres partidos, y desde los once metros (quizás de manera rigurosa), demuestran que quien quiere puede. No es el qué sino el cómo. Ya no se trata de dejar la portería a cero sino de la forma de hacerlo. Poderoso ante el Granda CF, desquiciante contra el RCD Espanyol y estratega ante el Villarreal CF. Tres formas de echar el cerrojo a la portería para acortar el camino hacia la victoria. Quizás, el partido de ayer no fuera el más atractivo de cara al espectador pero era el que necesitaba el equipo para que equipos como el castellonense vuelvan a desfilar por el Martínez Valero la próxima temporada. 

Tampoco hay que olvidar el paso al frente que algunos jugadores han dado para subir el nivel de competitividad del grupo. Gerard Gumbau es la cara de la moneda. El catalán ejemplifica el ánimo de superación que exige el fútbol para ser y para hacer mejor a un equipo. Antonio Barragán, Guido Carrillo o Gonzalo Verdú habla el mismo idioma. Futbolistas que cuando se les necesita están. Qué decir de los Pere Milla, Lucas Pérez, ‘Tete’ Morente, Omar Mascarell, Johan Mojica, Diego González o Edgar Badía. El nivel, por repasar el once titular de ayer, es el que marca el momento del equipo. Pero quien no puede pasar desapercibido es Lucas Boyé. El argentino es magia para este Elche CF. Su presencia es fundamental. Si estornuda el equipo se constipa y, aunque por encima de lo individual siempre debe de estar lo colectivo, con el de San Gregorio sobre el césped todo es más fácil. Una bocanada de aire fresco cuando falta la respiración, una forma de marcar el camino desde el liderazgo. Uno de esos jugadores que han sabido demostrar que el nombre no lo es todo en el fútbol. 

Mucho deberían aprender de él las mal llamadas estrellas que con Francisco y con Escribá no han sabido dar el paso al frente. Benedetto no está y Pastore ni calienta con el partido atascado en fase ofensiva. Lo dice todo. El primero se marcha por la puerta de atrás sin haber demostrado nada de lo esperado de él. Habrá quien justifique su bajo rendimiento en la falta de oportunidades pero la alternativa se gana en el verde, ese que no engaña y te deja con o sin opciones de callar bocas. No conozco entrenador que tenga grandes futbolistas con los que poder ganar un partido y no les conceda minutos. Igual los defensores de Benedetto sí. Y Pastore… quizás que no deje el Martínez Valero como su compatriota es peor señal que la que deja como carta de despedida el ‘Pipa’. El ‘Flaco’ ha pasado de fichaje estrella a jugador residual. Es una lástima pero quizás sea el mejor ejemplo del mensaje que Francisco no se cansa de pronunciar para recorrer el camino hacia la victoria. El Elche CF no depende de ningún jugador, depende de la fuerza del equipo. 

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