Elche CF | ANÁLISIS
La unidad B queda en entredicho
Los teóricos suplentes del Elche CF no aprovechan el partido en Salamanca para tocar a la puerta de Francisco y ganarse un puesto en la alineación titular del conjunto franjiverde. El duelo copero ha sido de los más pobres del curso
El Elche CF realizó en Salamanca uno de los peores partidos, sino el peor, de lo que llevamos de temporada. El equipo franjiverde se vio superado tanto a nivel individual como colectivo, del primer al último minuto por un rival que milita dos categorías por debajo de Primera División. Los ilicitano estuvieron a merced de un Unionistas CF que no pasó de eliminatoria de Copa del Rey porque no estuvo acertado de cara al marco contrario y se disparó un tiro en el pie con una acción dantesca en el tiempo de añadido en la que, mediante una cesión que cogió a contrapié a su guardameta, le acabó costando el gol de la derrota y de la consiguiente eliminación.
Los noventa minutos dejan un mal sabor de boca en clave franjiverde y una sensación extraña en torno al nivel de los teóricos suplentes de la plantilla franjiverde. Más allá de las circunstancias del encuentro (gran número de suplentes sin minutos ni confianza) y de la competición (campo de césped artificial), en algunos casos llueve sobre mojado y los futbolistas llamados a presentar su candidatura para hacerse con la condición de titular ante Francisco están quedando en entredicho. Nadie estuvo a la altura del escudo y sólo se salva un Kiko Casilla que mantuvo el candado en la portería. Gracias a las intervenciones del guardameta catalán, el Elche CF sigue vivo en una Copa del Rey que se le está atragantando.
Los franjiverde evidencian un problema preocupante en los laterales. Barragán sufre en exceso y Palacios no resuelve la papeleta, mientras que en la izquierda, sin Mojica lesionado, Josema acusa su rol de comodín porque los mecanismos de central no son los mismos que los de lateral, por muy zurdo que sea. El eje de la zaga estuvo lento y sin contundencia mientras que en la medular Raúl Guti está a años luz del jugador que terminó la temporada pasada. Si a esto sumamos que Pastore sigue buscando, perdido entre regates, su mejor versión, Piatti y Pere Milla en bandas poco o nada pudieron aportar y Guido Carrillo volvió a las andadas, el resumen deja un grupo de futbolistas que en el verde no pueden esconder el por qué no son titulares.
Sin confianza
A favor del grupo hay que señalar que la falta de ritmo de competición sumada a la titularidad de la gran mayoría de jugadores en una situación así no invita a la mejoría. Francisco ha delimitado la línea entre la titularidad y la suplencia en base a la alineación que Sergio Mantecón dispuso en Pamplona. El andaluz no se ha movido de la casilla, salvo cuando ha tenido que modificar por cuestiones físicas. Salvo Iván Marcone y ‘Tete’ Morente, relegados a un segundo plano en la etapa de Fran Escribá, el resto de futbolistas sigue siendo el mismo que con el valenciano. El grupo de veinticinco jugadores, bautizado como el mejor de la historia, sigue sin demostrarlo sobre el terreno de juego, primero como equipo y después como plantilla.