La vida sigue igual (o peor) con Beccacece

El Elche de Beccacece es peor que el de Machín o el de Francisco, incluso compite con el de Almirón por esta distinción. Cinco partidos y cinco derrotas del entrenador argentino al frente del equipo franjiverde. En Vigo, el Elche ofreció firmeza y seriedad, con muy poca presencia en ataque y bajo el cobijo de las paradas de Edgar Badía. Como ha ocurrido en tantas otras ocasiones a lo largo del curso, el rival marcó un gol más. Lo duro, que llegó en el minuto 90, haciendo todavía más dramática la situación. 

El drama, eso sí, ya no es solo para el equipo. Beccacece habla de futuro, pero su presente es desolador. Y con esta dinámica, se va a quedar sin avales para dirigir el proyecto de la próxima temporada, en Segunda. Por mucho que el propietario, Christian Bragarnik, sea su representante; la realidad es que el entrenador no ha presentado ninguna credencial para entrenar en el fútbol europeo. Un sistema extraño, con Mascarell en el centro de la defensa; nula capacidad de alteración del guión durante el partido y cambios tarde y mal. Si a la incapacidad del míster se suma el flojo rendimiento general de los jugadores, el resultado no puede ser otro que una nueva derrota. Y ya van 22 en 31 partidos. 

El partido, en general, fue aburrido y áspero por parte de los dos equipos: un 0-0 de manual que solo se rompe cuando hay un equipo que va cuesta abajo. Al Celta le ha tocado el bonus esta semana. Cierto es que los locales pudieron marcar antes, pero se toparon con las buenas intervenciones de Edgar Badía. Otro día más en la oficina para el barcelonés, que debe tirarse de los pelos en el vestuario, después de cada partido. 

En el bando ilicitano, las apariciones de Tete Morente y las ganas de Josan, titular después de unos cuantos meses eran sus mejores armas. Muy poco de los franjiverdes sobre la portería de Ivan Villar a lo largo de todo el choque. 

Boyé despaprovecha la única ocasión y gol en el 90'

El guion se mantuvo en la segunda mitad, con un Celta ligeramente superior que, en cambio, no estaba cerca de sumar la victoria. Enfrente, un Elche que se fue conformando con el empate. El palo evitó el gol de Carles Pérez, poco antes de que Beccacece hiciera su primer cambio. Lucas Boyé, suplente de lujo, entró al césped por un Nteka que apenas tuvo protagonismo. 

El final del juego iba a dejar tres oportunidades, dos para el Celta y una para el Elche. ¿Adivinan quién aprovechó la suya? Lucas Boyé disparó por encima del larguero tras una buena asistencia de Fidel. A cien metros, Edgar Badía detuvo el disparo de Miguel. Quedaba una y los celestes la acertaron. 

Lirola entró en el tramo final para sustituir a Josan y fue triste protagonista en el tanto celtiña. Él y Pere Milla se resbalaron, y permitieron que el balón llegase al corazón del área. Allí apareció Joseph Aidoo para marcar de cabeza y hundir, moral y clasificatoriamente, al Elche un poquito más.