Toque de atención

El Elche CF ha sumado dos derrotas en sus dos últimos partidos de preparación liguera. Dos tropiezos que han emborronado el intachable curriculum de pretemporada pero con matices bien diferentes. Tan necesario es destacar que los cuatro primeros encuentros del verano fueron ante rivales de inferior categoría, como recordar que ante el Albacete Balompié en La Manga el resultado fue inmerecido, con una imagen más equilibrada en la balanza hacia lo positivo que lo negativo. Ante el Levante UD, los groseros errores a la hora de sacar el balón jugado en defensa echaron por la borda un primer periodo voluntarioso en ataque y ordenado en defensa.

El Elche CF puede ver el vaso medio lleno o medio vacío en el toque de atención que un Primera División le dio en Alcoy. Los franjiverde tienen conclusiones positivas a las que aferrarse, como también negativas que no pueden dejar pasar para corregir. Mejor ahora que en plena temporada, siempre y cuando no se vuelvan a repetir. Decía Gonzalo Verdú que el equipo pecó de falta de sobriedad por no haber en disputa tres puntos. El mensaje se puede comprar siempre y cuando no cale en el jugador cuando el pistoletazo de salida del curso señale el camino a seguir. Tampoco todo fue negro en El Collao y ese es un buen argumento en el que protegerse.

El equipo franjiverde fue atrevido en ciertas fases del partido, molestando con presión alta a todo un Primera División que estuvo incómodo en los primeros compases. Los ilicitanos supieron tirar de orden en defensa, con un Gonzalo Verdú que secaba a Sergio León y un ‘Tekio’ constante y profundo en sus internadas por banda. El juego, intermitente y voluntarioso en ataque, se diluyó cuando el cuadro granota decidió ponerle una marcha más al partido. El cuadro valenciano tiene un ritmo distinto al franjiverde, sea cual sea el momento de la pretemporada. El toque y la calidad, sumados a la velocidad del balón, determinaron el dominio de la posesión, con una zona medular en la que el exceso de músculo, con Manuel Sánchez y Ramón Folch, no tuvo clarividencia.

Ímpetu y bisoñez

Si a ello unimos grotescos errores ante equipos que no perdonan, la tormenta perfecta acabó tocando tierra en forma de gol. Aplausos desde el punto central del terreno de juego para no bajar los ánimos, pero sensación de que con poco, el Levante UD se estaba llevando el botín. La reanudación, baile de cambios incluidos, siguió marcando el mismo camino. Sin luz en la zona ancha y la falta de puntería que el Elche CF exhibió ante el Albacete Balompié de una forma más agudizada, debido a que generó mucho más que en Alcoy, lastró a un equipo que volvió a repetir el guión de la primera mitad. Mucho ímpetu pero pocas ideas. La cara de la moneda se refleja en un equipo que lo intentó, siendo víctima de sus propios errores; la cruz, en las dudas que despierta un grupo que en su sexto partido de pretemporada debe saber que el detalle maca, para bien y para mal.