Lewandowski abusa, Muñiz Ruíz remata (3-0)

Nda pudo hacer el Elche CF en su visita al FC Barcelona en el Camp Nou hace seis meses y medio. Mucho ha llovido desde entonces. Demasiado. Toda una vida deportiva en donde hasta cinco entrenadores han dirigido al conjunto franjiverde, a la espera de que hoy debute el sexto. Francisco apostaba por un planteamiento conservador en donde el orden y la solidaridad debían ser las claves para intentar dar la sorpresa ante el conjunto azulgrana.

Un planteamiento que se fue al traste a los catorce minutos de partido cuando Gonzalo Verdú era expulsado al agarrara a Lewandowski de la cintura. El polaco se marchaba directo a la portería de Edgar Badía y Muñiz Ruíz no tendría dudas a la hora de mostrar la cartulina roja directa. Los franjiverde se quedaban con un futbolista menos y la necesidad de soportar el asedio culé durante setenta y cinco minutos. Veinte minutos después Lewandowski abriría la lata y Memphis marcaría el segundo antes de poner rumbo a vestuarios.

El resto, una expulsión de Francisco por protestar al árbitro asistente y un tercer gol de Lewandowski para poner el que a la postre sería el definitivo 3-0 con el que terminaría el partido. El encuentro no estuvo exento de polémica. Más allá de la evidente y justa expulsión de Gonzalo Verdú, el Elche CF pidió la misma suerte para Kessie. El centrocampista azulgrana cometía dos acciones peligrosas, sobre todo un codazo en el pómulo de Lucas Boyé, que el colegiado prefirió pasar por alto. Xavi Hernández sustituyó al de Costa de Marfil sabedor de lo que Muñiz Ruíz había perdonado.

Aquella alineación

Francisco Rodríguez apostó en la sexta jornada de competición liguera por uno de sus dibujos tácticos más defensivos (1-5-4-1) con Edgar Badía bajo palos, Palacios y Clerc en los carriles más John, Gonzalo Verdú y Pedro Bigas en el eje de la zaga. Raúl Guti y Gumbau formaron el doble pivote con 'Tete' Morente y Fidel en las bandas. Lucas Boyé fue el elegido para forma en solitario en la punta de lanza franjiverde. El encuentro fue la antesala de la destitución, una jornada después, de Francisco ante el Rayo Vallecano.