Elche CF | ANÁLISIS
Machín, del cero al diez
El entrenador soriano cumple una decena de partidos con el Elche CF en su momento más álgido, tras la victoria en Palma y las agridulces derrotas ante RCD Espanyol y Real Betis Balompié
Pablo Machín estudia para sacar buena nota a final de curso. El entrenador espera aprobar en junio y tener su propia reválida de cara a la próxima temporada. Su continuidad no depende de él, a veces serán los jugadores con sus fallos y sus aciertos los que inclinen la balanza de la decisión de Christian Bragarnik hacia un costado u otro, pero el soriano tiene claro que todo lo que depende de él va estar medido al milímetro para que le sea favorable.
El entrenador franjiverde cumplía en Son Moix diez partidos de competición liguera al frente del banquillo del Martínez Valero. El sabor de boca de los resultados podría ser mejor, pero el fútbol manda. Igual que no hay memoria, también importa más el cómo se termina que el cómo se empieza. El soriano ha sumado dos victorias, dos empates y seis derrotas; firmando unos números que no son digeribles cuando se pelea por la salvación.
Las matemáticas no engañan. Machín, más allá de haber logrado los dos únicos triunfos de la temporada no ha hecho reaccionar, clasificatoriamente hablando, al equipo. Todo lo contrario. El castellano leonés asumía las riendas a ocho puntos de la salvación y el equipo ahora está, diez partidos después, a trece de la permanencia. Aún así, las prestaciones del equipo franjiverde sobre el césped no se equiparan con lo reflejado en el marcador.
Trayectoria
Machín no es entrenador de grandes titulares pero cuando decide explayarse, habla sin morderse la lengua. "El día que recuperemos toda la suerte que no hemos tenido va a ser el partido del siglo" le decía a un aficionado la semana pasada en la puerta del Diez Iborra. La reflexión de Machín bien podría escribir el guión de su trayectoria en el Martínez Valero. El mundo del fútbol tiene un dicho, 'cuanto más entreno, más suerte tengo'.
El soriano podrá estar más o menos acertado a la hora de plantear un partido y tener que cambiar el guión ante las adversidades, pero quién sigue a pie de Díez Iborra, de manera puntual y constante, el día a día del Elche CF sabe que el trabajo que invierte Machín no se corresponde con la suerte del refrán. El equipo franjiverde ha tenido detalles durante los últimos diez encuentros que podrían haber desequilibrado la balanza hacia un costado u otro, pero en donde casi siempre ha salido cruz.
El debut liguero de Machín en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid dejó un equipo bien plantado sobre el césped y que compitió, hasta que los detalles cayeron del lado del conjunto rojiblanco. La expulsión de Gonzalo Verdú, tras pedir una pena máxima a favor no concedida, dejaría a los ilicitanos en inferioridad numérica. La reanudación traería el gol de Joao Félix, antes del 2-0 Pere Milla tendría en un cabezazo el empate a un gol. Morata subiría al luminoso, con la suerte de los rebotes, el segundo. El Elche pagó su debilidad en las áreas.
Precisamente ese factor se volvería a repetir ante el RC Celta, tras el parón por el Mundial. El cuadro gallego se adelantaba a los cinco minutos de partido en una acción que volvía a poner de manifiesto las deficiencias defensivas de los ilicitanos. La precipitación y la ansiedad hicieron acto se presencia sobre el verde para recordar que la actitud sin fútbol no suele ser una buena combinación en la búsqueda de la victoria. Se mereció más pero no sé consiguió.
Algo que en Cádiz repitió guión. Inicio dubitativo y gol en contra a los seis minutos en una concatenación de errores defensivos. El equipo se marcha al descanso por debajo en el luminoso, pero con dos palos en su casillero particular. La reacción tiene su premio en forma de gol, aunque en fuera de juego que el VAR no rectifica, de Ponce. La suerte acompaña, incluso en una última acción de Rubén Sobrino podría haber marcado el 2-1 de la derrota.
Oportunidades perdidas
El Elche CF también desaprovecha en el duelo ante CA Osasuna la primera parte, quedando a merced del conjunto navarro. Los segundos cuarenta y cinco minutos cambian en panorama con un equipo más intenso y ambicioso, aprovechando el bajón físico de los pamploneses. No se pita un posible penalti a favor de David García, tras cabezazo de Roco que impacta en sus manos, por una hipotética falta previa de Lucas Boyé. El gol de Carmona hace justicia a medias a los méritos de la reanudación.
La derrota en el Sánchez Pizjuán tiene una primera ocasión franjiverde en la cabeza de Lucas Boyé. Su remate no entra y empieza el calvario franjiverde con el primer gol local, la expulsión (vía VAR) de Pedro Bigas y el 3-0, que sería definitivo, antes del descanso. La segunda parte no tiene historia. Los siguientes duelos significan la victoria por 3-1, y primera alegría de la era Machín, ante el Villarreal CF y el correctivo sin paliativos por 4-0 ante el Real Madrid CF en donde los blancos pasan el rodillo.
Los partidos ante RCD Espanyol y Real Betis Balompié son, sin duda, el colmo de la resignación del soriano. El duelo ante los catalanes se pierde en el descuento tras fallar todas las ocasiones de gol que se acumulan en el casillero franjiverde, mientras que el partido contra los andaluces se teje por las decisiones arbitrales, a pesar de la efectividad del conjunto Ilicitano. Demasiado castigo y demasiada mala suerte para quien ya arrastra de por sí un importante déficit de puntos.
Volver a ganar
La victoria en Son Moix, aún así, hace que las derrotas ante RCD Espanyol y Real Betis Balompié adquieran tintes diferentes. La reacción en Palma bien podría haber sido la vista ante catalanes y andaluces pero si en el primer partido el balón no quiso entrar, y en el segundo las decisiones marcaron, ante el RCD Mallorca se corrigió todo. Efectividad y arbitraje a favor. La mezcla perfecta para sacar pecho y levantar cabeza ante las adversidades.
El sello de Machín se ha podido ver en los diez partidos que ha dirigido al Elche CF. La mezcla entre lo positivo y lo negativo será la que determine el futuro del soriano al frente del banquillo ilicitano. Bragarnik tiene una dura decisión que tomar y al equipo franjiverde aún le restan catorce encuentros para intentar evitar lo que parece inevitable. El rendimiento del equipo será el que determinará la nota final del examen para el que Machín estudia, para pasar o tener que repetir curso.