Elche CF | OPINIÓN
Ni truco ni trato
El Elche CF no puede dejar para mañana lo que debe hacer hoy. El equipo franjiverde tiene esta noche una cita que no le va a sacar del último puesto de la clasificación, si gana, pero que le puede hundir mucho más como colista, si pierde. Los ilicitanos se enfrentan al Getafe CF y a sí mismos, con un doble objetivo deportivo y anímico. Ganar para no quedarse descolgado de la zona de permanencia, ganar para convencerse de que la temporada es muy larga y este equipo tiene mucha vida. La cita del Martínez Valero puede ser un punto de inflexión o un punto de no retorno. Decirlo a estas alturas de competición puede parecer exagerado. Queda mucho curso, sí, pero cada jornada que se arranca del calendario queda menos y el parón por el Mundial de Qatar 2022 puede ser más o menos llevadero en base a lo que se consiga en los tres próximos partidos ante rivales directos en la lucha por la permanencia.
El primero es hoy. La primera prueba de fuego para demostrar que este grupo de futbolistas, encabezado por Jorge Almirón, quiere y puede. Todo lo que no sea sumar los tres puntos esta noche olerá a fracaso. No vale aquello del ‘según cómo vaya el partido’. Llevarse un empate no ayudaría más que a hurgar en la herida anímica de la impotencia franjiverde. Cierto es que más valdría eso que nada, pero los pasos pequeños ya empiezan a desesperar. No por lo estrictamente deportivo, sino por la sensación de que eres incapaz de ganar. La cabeza mueve las piernas y las piernas sin cabeza no sirven de nada. Es la pescadilla que se muerde la cola. El eterno bucle que te obligar a tener que reciclarte cada fin de semana para que, cuando se abra el telón, se corrijan los errores que cometiste siete días antes y no quieren que se repitan diez días después. Hoy es el día. El de llorar o el de sonreír en la noche de los muertos en la que es obligatorio resucitar. Hoy la obligación se debe cumplir, hoy no toca ni truco ni trato, hoy toca ganar.
No hay pero sensación en el fútbol que el de la ausencia de confianza en lo que se hace. El Elche CF no parece haber llegado a ese extremo. Los mensajes son de optimismo pero pensar en positivo no debe esconder la realidad de un equipo que si es colista es por deméritos propios. Sólo ganar alimenta la fe que debe guiar la constancia. El triunfo se le está resistiendo tanto al equipo franjiverde que los ilicitanos hoy van a jugar dos partidos. El primero, ante un Getafe CF que marca la zona de salvación y se ha convertido en la boya a alcanzar para poder respirar. El segundo, contra sí mismo. El rival más peligroso. Los madrileños te pueden ganar, pero perder contra ti mismo puede hundirte más allá de los noventa minutos que se disputen sobre el terreno de juego. Si el grupo sabe gestionar la situación, habrá dado un paso al frente; si no, el camino hacia el fracaso estará dibujado de antemano.
Nadie duda de la entrega de un Elche CF al que se le pueden cuestionar los resultados, pero su trabajo se desarrolla cada día sin el éxito del fin de semana. Ganar es el objetivo y no conseguirlo eclipsa todo. Hacerlo ante el Getafe CF, en el Martínez Valero, es lo mínimo que se le puede, y debe, exigir al equipo de Jorge Almirón esta noche. No hacerlo hoy, y sumarlo a las once jornadas anteriores son conseguirlo, será sinónimo de no merecer la Primera División. Si hay un epicentro de salvación ese es el coliseo franjiverde, ante una afición que se vuelca y olvida las penas durante cada partido para demostrarle a su Elche CF que cuando menos lo merezca es cuando más se le debe apoyar. Es el sino de todo aficionado al fútbol, disfrutar poco y sufrir mucho. La franja verde es lo que tiene, pocas alegrías y muchas tristezas. Es lo que forja el carácter y hace amar el blanco y el verde