Nico Rodríguez, el director deportivo para un proyecto de cuatro años

Nico Rodríguez ha cumplido hoy un intenso año al frente de la Comisión Deportiva del Elche CF. El asturiano era, tal día como hoy, anunciado de manera oficial en el cargo (aunque no fue presentado hasta una semana después) tras el fulminante despido de Jorge Cordero de la entidad del Martínez Valero. Las formas de trabajar del cartagenero, unidas a la relación con el ex presidente Diego García, que tiempo después seguiría los pasos del técnico, por decisión de José Sepulcre; fueron el detonante de una salida y una entrada que, quizás, haya tenido su momento más tranquilo en ese intervalo de tiempo en el que Nico Rodríguez, sin pisar su puesto de trabajo, no podía imaginar las situaciones que iba a vivir en clave franjiverde.

Los últimos doce meses han sido una constante ruleta rusa en donde Rodríguez ha tenido que hacer encaje de bolillos para, primero, dar forma a una plantilla que por las impresiones salariales trasladas en forma de cifras por José Sepulcre, entonces máximo accionista, dejaron la confección del equipo a medias; y segundo, teniendo que lidiar con un proyecto que fue presentado con el objetivo de alcanzar Primera División en un plazo de cuatro años pero no ha llegado a alcanzar los cuatro meses ante la irrupción del influjo con el que Christian Bragarnik ha conseguido enamorar a José Sepulcre para adquirir la práctica totalidad de las acciones del club del Martínez y Valero.

El director deportivo, aún así, no solamente ha resistido, teniendo en muchas ocasiones que morderse la lengua, víctima de las malas costumbres que nunca ha podido ni ha sabido aparcar Sepulcre; sino que ha sabido armar un grupo de jugadores con el que 'Pacheta' está sacando petróleo. Los ilicitanos son sextos en la clasificación y, hasta el parón de la temporada debido a la crisis sanitaria del covid-19, uno de los equipos más en forma de toda la Segunda División. Un bagaje que ha hecho que el trabajo de Nico Rodríguez sea valorado de manera muy positiva en el Martínez Valero por el nuevo propietario argentino.

Nunca un año ha debido de dar para tanto a un Nico Rodríguez que no ha tardado en darse cuenta de cómo se funciona, o funcionaba, en el Martínez Valero con números incorrectos para dar forma a una plantilla, en base al límite salarial. Esto es el Elche CF, un club que fue descendido administrativamente, el único en la historia del fútbol de la Primera División, por no cumplir con sus pagos con la Agencia Tributaria, y en el que el máximo culpable y responsable es capaz de volver para darle la vuelta a la situación y venderlo, tras varias operaciones económicas que le han permitido sacar tajada económica, al mejor postor.

El bagaje de Nico Rodríguez al frente del Elche CF tiene elementos suficientes para equilibrar nos balanza deportiva. Las renovaciones de Edgar Badía y Josan Ferrández, unida a la rota por Bragarnik de Óscar Gil, pesan a favor del asturiano. En contra, él no haber podido llegar a un acuerdo con Iván Sánchez, porque el jienense considera que ha llegado el momento de dar el salto a Primera División. Jugadores como Juan Cruz, con un año más de contrato, revelación de la temporada todavía están a tiempo de abordar una ampliación de contrato.

Las llegadas en invierno de Jonathas de Jesús y Víctor Rodríguez han sido un tanto a favor del asturiano que ha ganado enteros deportivos y sentimentales ante la afición. La salida imposible de frenar de Gonzalo Villar, rumbo a la AS Roma, con el envenenado contrato firmado en su día por Diego García y Jorge Cordero; y el adiós de Yacine Qasmi, para poder firmar al delantero brasileño, son parte de un trabajo iniciado el pasado verano en donde apuestas como Pere Milla o Nuke Mfulu todavía deben ofrecer una mejor versión. Quizás el segundo año de Nico Rodríguez en el Elche CF, en caso de completarse, permita ver si la evolución del asturiano están positiva como los resultados sobre el césped marcan.