Elche CF | OPINIÓN
No todo es puntualidad
¿Qué sería del Elche CF si lo visto en los últimos partidos se hubiera extrapolado al total de la temporada? Lo sé, es ciencia ficción. Una pregunta que no conduce a nada y que, igual que se hace se deshace en el limbo del fútbol al que van a parar tantas y tantas cuestiones cada fin de semana. No va a pasar y de nada sirve fustigarse pensándolo y haciendo cábalas absurdas que no van a conducir al mismo y exacto momento clasificatorio en el que nos hacemos la pregunta, pero... ¿qué habría pasado?
El Elche CF ha llegado tarde a su cita con la temporada 2022/2023. Uno ve las prestaciones que ofrece el equipo franjiverde sobre el terreno de juego y le duele que el potencial que tiene esta plantilla no se haya sabido exponer sobre el césped con mayor asiduidad y, sobre todo, mejor certeza en los cerca de siete meses (parón por el Mundial mediante) que ha consumido la competición. El fútbol, como la vida, necesita su tiempo. Nada sucede por qué sí o por generación espontánea.
Buscar y encontrar la clave no es trabajo de quién escribe, menos aún del aficionado que sufre en la derrota y disfruta en la victoria. No ha sido una temporada en la que se haya obrado con sentido común. Empezando por la renovación de un Francisco al que no das ni agua en forma de peticiones para reforzar el grupo, siguiendo por una nefasta configuración de la parcela física y terminando por el error supremo de jugar a ser dios del fútbol y estar por encima del bien y del mal recuperando a Almirón.
Bragarnik se sometió el pasado sábado su particular cura de humildad. No haberlo hecho habría sido peor que deber asumirlo. Nadie sabe qué habría pasado sin 'Pacheta' hubiera seguido al frente del Elche CF que construyó de la nada a su imagen y semejanza, para llevarlo de Segunda B a Primera en dos temporadas y media; lo que todos sabemos es que poner a dedo a tu representado, para promocionarlo en el fútbol europeo, es pan para hoy y hambre para mañana. El burgalés está donde está y Almirón está... sólo él sabe dónde está.
El Elche CF se ha quedado sin tiempo para despertar y competir porque su propietario no ha estado a la altura. Ha deshojado margaritas y en lugar de invertir tiempo lo ha perdido. La elección de un entrenador es el mejor ejemplo, pero también la planificación de una plantilla. El fútbol necesita tiempo. No hay una varita mágica que permita cohesionar la pizarra y el césped, más aún contracorriente, para encontrar el camino hacia tu objetivo. La dejadez se paga. Quién entiende qué es el fútbol lo sabe, no necesita que le cuenten milongas sobre la buena o la mala suerte. Eso lo saben en Elche y en Qatar...