¿Tres son multitud?

Kiko Casilla, Edgar Badía… y por si fuera poco, Axel Werner. El Elche CF ha decidido apostar en el mercado de fichajes veraniego por destinar una de las veinticinco fichas disponibles a un tercer portero que suba el nivel de competencia bajo palos. Un mensaje entre líneas que deja claro que el gusto de Fran Escribá por los porteros con centímetros va a dejar a Edgar Badía entre la espada y la pared, salvo giro inesperado, una temporada más. La llegada de Escribá al banquillo ilicitano supuso un cambio de guardameta en donde Paulo Gazzaniga salió beneficiado, más que por cantidad de partidos por calidad de los mismos en una recta final de curso en donde el equipo franjiverde se jugó la permanencia. El técnico apostó por Edgar Badía en nueve de los diecisiete encuentros disputados, pero un falló en Huesca fue el detonante de la suplencia del catalán en detrimento del argentino.

Un curso deportivo después, y a pesar de que en pretemporada Edgar Badía empezó jugando y el reparto de minutos fue equitativo, Fran Escribá ha seguido siendo fiel a su manual de estilo en la posición de portero. No en vano, el valenciano fue quien pidió el fichaje de Kiko Casilla tras la salida de Paulo Gazzaniga y ahora ha visto con buenos ojos la llegada de Axel Werner. El técnico franjiverde huye de cualquier tipo de debates, quizás porque no lo vea porque en su foro interno tiene clara la decisión, pero es indudable que la suplencia de Edgar Badía ha sido un jarro de agua fría para muchos aficionados. El fichaje de Werner ha avivado un poco más la llama ante la duda de quién será segundo o tercer portero. Por perfil debe ser el argentino pero por rol en el vestuario debe ser Edgar Badía, que además es el tercer capitán del equipo franjiverde.

¿Adiós en enero?

Quien más y quien menos, habrá pensado en una posible salida de Edgar Badía en el próximo merado invernal. El portero catalán tiene un año más de contrato con el Elche CF pero en caso de permanencia en Primera División el vínculo se prolongaría por una temporada más de manera automática y unilateral. El guardameta no ha tenido ofertas lo suficientemente interesantes para cambiar de aires pero una nueva media temporada sin minutos podría ser definitiva para tomar una decisión. La cláusula de Edgar Badía es de ocho millones de euros. La llegada de Axel Werner puede suponer adaptarse a un equipo y cubrirse las espaldas, además de utilizar una ficha en el mes de agosto que quizás en enero quede libre pero pensar asís ería presuponer que Edgar Badía no va a tener minutos y que Escribá no va a mirar más allá de sus gustos en lugar de la meritocracia. El desenlace no queda tampoco muy lejano, sólo en cuatro meses.