Fútbol sala | PREOCUPACIÓN
Gabinete de crisis
Ramón Segarra, presidente del Elche CF sala, se reúne telemáticamente con Pablo Conejero, Patricia García, capitanes y diversos jugadores de la sección franjiverde; para abordar la situación de descenso y la preocupación existente en el mandatario
Ramón Segarra ha cogido el toro por los cuernos. No es la primera vez, en lo que llevamos de temporada, que el presidente del Elche CF sala muestra su preocupación por la situación del equipo franjiverde, en puestos de descenso y con un punto de seis en el casillero en la segunda fase de permanencia en Segunda División. Cada jornada que pasa, y más con la falta de victorias, la situación se vuelve más peligrosa para un equipo que, a diferencia de varios de sus rivales directos por la salvación, disputará dos partidos menos y no tendrá acceso a seis puntos que pueden marcar la diferencia entre estar en la categoría de plata o la categoría de bronce del fútbol sala nacional el próximo curso.
El presidente de la sección se reunió el pasado domingo con los pesos pesados del Elche CF sala para exponer posibles soluciones a los evidentes problemas que arrastra el equipo desde que empezó la temporada. La toma de contacto, telemática, contó con la presencia de Patricia García y Pablo Conejero, gerente y entrenador, los capitanes Kike Hernández, Rubén Sánchez ‘Rubi’ y Ramón Sánchez ‘Kiwi’, además de Juan Gómez ‘Juanito’ y Manu García, y el directivo José Mora. La ausencia de jugadores y presencia de otros que no son capitanes, ha levantado malestar en ciertos componentes de la plantilla. Más allá de buscar una lógica conjura que pueda obrar el milagro, que no se debe de pedir porque se presupone, la reunión expresó como detonante de la situación la mala planificación deportiva que ha habido desde el inicio de curso en donde la configuración de la plantilla franjiverde no ha estado a la altura de las necesidades de la categoría.
Guillamón en la diana
Resulta curioso, a la par que significativo por su ausencia en la reunión, que uno de los problemas señalados por varios de los integrantes de la reunión fuera la herencia dejada por el ex entrenador Juan Carlos Guillamón. El murciano presentó su dimisión a finales del mes de noviembre con una victoria, un empate y tres derrotas en cinco partidos (sumando un 26% de los puntos). La llegada de Pablo Conejero no ha sido el revulsivo esperado con cuatro victorias, seis derrotas y tres empates en trece encuentros (sumando un 33% de los puntos). Unos números que han hecho que el equipo haya caído en picado, hasta alcanzar el último puesto de la tabla, quedando penúltimo de subgrupo al término de la primera fase.
La situación acumulada ha hecho que la figura de Pablo Conejero haya quedado en entredicho para Ramón Segarra. El presidente, ante los malos resultados acumulados, puso sobre la mesa del técnico ilicitano hace un mes un ultimátum en el que o se ganaba a Alzira FS o el técnico sería destituido como responsable del primer equipo. La victoria franjiverde, unida a la nula aceptación que se ha encontrado a la hora de buscar sustitutos, ha hecho que el relevo en el banquillo no se haya producido. Entrenadores como Nacho Garrido, ex CFS Pinatar, o Jordi Durán, ahora en el CD Sporting FS La Nucía, fueron tanteados en la recta final del año 2020 pero condiciones deportivas y salariales, unidas a proyectos, obtuvieron el no por respuesta para, un mes después de asumir galones de forma interina durante tres partidos, Pablo Conejero, fue confirmado como entrenador a mediados de diciembre.
Las tiranteces con el Elche CF, generadas por la desconfianza acumulada a la hora de cumplir los compromisos adquiridos durante los últimos años, han sido la gota que ha colmado el vaso. La planificación llevada a cabo, sin poder entrenar hasta obtener el permiso del club franjiverde, ha paralizado una pretemporada y la configuración de una plantilla que para los dirigentes de la sección se antoja corta de efectivos y de recursos. La sección acudió al mercado invernal para reforzarse con Óscar Ruíz y Raúl Villaverde. A pesar de tener otras opciones para reforzar el ataque, que se consideraron innecesarias, ahora se echa de menos la falta de recursos. Las condiciones económicas tampoco ayudan en un equipo que necesita inyecciones monetarias para poder asumir sus responsabilidades salariales con sus futbolistas a final de mes por parte del presidente.
Conejero, de momento
El futuro del Elche CF sala pasa por Pablo Conejero, siempre y cuando la paciencia de Ramón Segarra no se agote, más por falta de opciones que por intenciones de dar un giro de timón a la situación. Tampoco ayuda que el entrenador esté cuestionado a la hora de plantear entrenamientos o buscar soluciones durante el transcurso de los partidos, pero el técnico ilicitano es, a día de hoy y hasta que no se diga lo contrario, el timón del equipo, para lo bueno y para lo malo. De su capacidad para sacar el mejor rendimiento al grupo de futbolistas, los que ganan y pierden partidos, dependerá el futuro deportivo de una sección que con un descenso a Segunda División B podría tener los días contados en una categoría en donde los recursos económicos, fuera de la Liga Nacional de Fútbol Sala, se verían más recortados todavía.