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Cómo cuidar tu coche si está mucho tiempo parado
El mantenimiento de un automóvil es una de las claves de su buen funcionamiento y esta tarea de revisión adquiere mayor importancia cuando el vehículo ha estado un largo tiempo parado. En ese caso, es recomendable seguir una serie de pautas y buscar en autoloco.es cualquier recambio que sea necesario.
El primer paso es armarse de paciencia, ya que antes de arrancar el coche se deben tener en cuenta una serie de factores. La revisión del nivel de los líquidos es necesaria. Esto es, echar un vistazo al aceite del motor, líquido de frenos refrigerante o de limpiaparabrisas. Durante el tiempo en que el coche ha estado parado, podría haberse producido cualquier fuga o incluso el recambio debe hacerse por el desgaste propio del líquido. Otros elementos que deben revisarse son los neumáticos, cuyos niveles de presión van reduciéndose con el tiempo. En ese sentido, es recomendable inflar las ruedas por encima de su presión natural, antes de estacionar el vehículo durante un largo periodo. De esta manera, se evita también el riesgo de deformación de los neumáticos, un daño que puede producirse por desuso.
¿Recuerdas la última vez que cambiaste la batería? Quizá ahora sea el momento, ya que la inactividad es un factor de desgase para un elemento que es absolutamente necesario para empezar a rodar. Adquirir una batería de recambio durante las semanas previas al primer viaje es una buena idea, ya que así se evitan sorpresas y urgencias de última hora. Otra opción es desconectar la batería, ya que así se evita el consumo eléctrico, y volverla a conectar cuando haya que arrancar el coche. Como medida previa al largo periodo de tiempo que el vehículo esté parado, también es aconsejable buscar un lugar cerrado para su aparcamiento o adquirir una funda protectora que lo aisle del sol, el frío o la suciedad. Estos condicionantes externos pueden alterar tanto al motor como a la chapa o tapicería. En ese sentido, es mejor aparcar el vehículo limpio.
Una vez se han revisado los líquidos y se comprueba que la batería está en buen estado, sin olvidar hacer una pequeña revisión al motor; entonces llega el momento de empezar a circular. De hecho, es recomendable arrancarlo una vez a la semana, aunque no se vaya a mover. En esa acción, siempre es positivo encender también los componentes eléctricos durante unos minutos como el aire acondicionado, intermitentes y parabrisas.
El coche debe encenderse de forma pausada, sin movimientos bruscos, y lo idóneo para los primeros diez minutos de circulación ir en primera y segunda marcha, al ralentí. Con esta acción, se consigue que el vehículo vaya calentándose y adaptándose a la carretera. En este momento, los niveles de combustible pueden generar un problema inesperado, así que antes de dejar el coche aparcado durante un largo tiempo, hay que evitar dejar el tanque al mínimo, ya que la gasolina es otro de los elementos que se desgasta con el tiempo aunque no se use; sin contar conque pueda surgir una pequeña fuga.