El Papel del Sistema Nervioso en la Conexión Cerebro-Estómago

El sistema nervioso es un complejo entramado de conexiones que permiten enviar y recibir información desde unos órganos a otros. Su papel en el cuerpo es esencial, pues se encarga de coordinar todas las funciones y movimientos y de regular las capacidades cognitivas, como el aprendizaje, la memoria o la concentración. Son muchos los tipos de nervios que hay en el cuerpo humano, así que en esta ocasión nos centraremos en uno
de los más interesantes: el nervio vago, que conecta el cerebro con el estómago. ¿Y por qué es importante que estén comunicados?

Aunque nunca lo hayamos pensado, el cerebro y el estómago están más relacionados de lo que creemos. Si te fijas, muchas emociones pasan irremediablemente por el área intestinal. ¿Si no por qué se nos suelta el estómago cuando estamos nerviosos? ¿Y por qué “sentimos mariposas en el estómago” cuando algo nos hace feliz? La relación íntima existente entre ambos es indiscutible. Están tan estrechamente unidos que si se desestabiliza uno, arrastra al otro. Así lo han sugerido algunas investigaciones que tratan de esclarecer por qué un gran porcentaje de pacientes con síndrome del intestino irritable (cuyos síntomas son cólicos, hinchazón abdominal o diarrea) acaba desarrollando problemas emocionales como estrés o ansiedad. Pero esta circunstancia es bidireccional: el estrés también causa inconvenientes gastrointestinales.

El Sistema Nervioso Entérico en el Eje Cerebro-Estómago

El sistema nervioso entérico es esa parte del sistema nervioso que se ocupa de la comunicación entre el cerebro y el intestino. La conexión entre ambos a través de este sistema hace que se influyan mutuamente. Por ejemplo, ¿sabías que la serotonina, la famosa hormona de la felicidad, se produce principalmente en el intestino? Esto significa que la manera en la que se comportan las bacterias de la flora intestinal influirá en el bienestar mental. Otro tipo de bacterias beneficiosas como los lactobacilos, según se ha demostrado, ayuda a disminuir los niveles de estrés.

En este punto, la pregunta es obvia: ¿cómo “alimentar” ese eje cerebro-estómago para mantenernos saludables? He aquí algunos hábitos que puedes adoptar para alcanzar un bienestar mental y digestivo.

● Dado el papel de la microbiota intestinal en la salud emocional, es importante llevar una dieta sana y equilibrada.
● En el otro extremo y ya que la comunicación es bidireccional, hay que procurar limitar el estrés. Son varias las fórmulas: desde hacer ejercicio, hasta meditar, tomar suplementos o acudir a terapia.
● Cuidar el nervio vago. Ya hemos visto la influencia que este tiene en tu bienestar general al ser una importante vía de comunicación dentro del sistema nervioso.

Entre las formas de “nutrir” el nervio vago está la ingesta de suplementos como el magnesio, mineral que apoya el funcionamiento normal del sistema nervioso, de acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

En definitiva, la suplementación con Citrato de Magnesio, por ser esta una forma de mejor absorción, podría favorecer las funciones del nervio vago y, en general, fortalecer el sistema nervioso.