Opinión | ELCHE CF
Antes, durante y depués
Cádiz ha quedado grabado en la memoria a largo plazo del Elche CF de ‘Pacheta’. La derrota cosechada por el equipo franjiverde en el Ramón de Carranza deja un poso de dudas en un equipo que, si por algo se ha caracterizado durante la estancia del entrenador burgalés en el banquillo del Martínez Valero, ha sido por su sentido común. El 5-1 encajado tiene más aristas que las que un simple análisis a bote pronto pueda ofrecer en una sala de Prensa en la que el fragor de la batalla nubla respuestas y esquiva cargas de responsabilidad.
‘Pacheta’ se equivocó antes, durante y después del partido. Antes, porque no puedes plantear una defensa de cinco cuando no tiene jugadores para utilizar, y los que tienes te los dejas en Elche o en el banquillo; durante, porque no reaccionas ante el vendaval táctico al que te somete tu rival; después, porque el burgalés no asumió su porcentaje de culpa tras un planteamiento con muchas lagunas que no supo corregir y en donde, para el técnico, fue más cuestionable la adaptación de su futbolista que sus directrices desde la banda.
El fútbol de Segunda División está dando lecciones a una plantilla que, partido a partido, se está haciendo a la categoría de plata del fútbol nacional, pero también a un entrenador, él mismo se recuerda como debutante (a pesar de su dilatada experiencia en el fútbol de élite como jugador), que va llenando su pizarra de conceptos que, como a sus jugadores, le irán haciendo mejor cada fin de semana. Pocas veces el sentido común de un técnico había estado tan marcado como el que ‘Pacheta’ destila en cada una de sus palabras, mayor motivo para no entender las decisiones y no decisiones adoptadas en el día de ayer.
El Elche CF estrenó (de inicio) sistema en el Ramón de Carranza. Una apuesta arriesgada con muchas dosis de experimento. Las victorias ante Málaga CF y Real Zaragoza han venido acompañadas de una defensa de cinco con el marcador a favor. Variantes, que no sistema, que han permitido al conjunto franjiverde hacerse fuerte para golpear a la contra, algo que ayer en Cádiz no funcionó. Cada partido es un mundo y cada rival una prueba que sortear. ‘Pacheta’ entendió que los dos triunfos consecutivos ante andaluces y aragoneses bien valían ante los gaditanos, algo que valió durante cuarenta y cinco minutos, hasta que los muñequitos empezaron a moverse en la pizarra.
Este Elche CF ha sido y es fuerte gracias a su 4-1-4-1. Las variantes que se puedan emplear durante el transcurso del juego las marcarán el propio partido pero, renunciar a tu filosofía, apostar por una nueva sin saber interpretarla y variar los mecanismos en un escenario tan complicado como el Carranza no parece que sea la mejor estrategia para ganar un partido de tal calado. Ayer el equipo sufrió una derrota de entrenador, de no saber leer el partido desde el banquillo, de morir de manera cabezota con una idea que hace aguas y eso ‘Pacheta’ deberá reciclarlo como lo reciclan sus futbolistas cuando sobre el terreno de juego no dan la talla.