Cómo madurar en tres partidos
El Elche CF que acabará la temporada 2018/2019 poco, o nada, tendrá que ver con el que la empezó. Menos mal. El fútbol, como la vida, es una evolución constante en busca de cumplir los objetivos marcados. Si los franjiverde, con ‘Pacheta’ al frente, no hubieran aprendido nada durante este curso para mejorar, mala señal sería. El equipo ilicitano ha seguido una línea regular, dentro de la irregularidad que puede tener un recién ascendido, con recursos escasos para lograr la permanencia. Poco ha sido mucho, y en varias ocasiones el fútbol ha sido tan injusto como exento de autocrítica. Aún así, este Elche CF tiene un premio en su haber este año, la constancia.
Hablar de madurez en tres partidos es tan iluso como desproporcionado. Distinto es que en las tres citas ante Extremadura UD, CD Lugo y RCD Mallorca hayamos visto la mejor versión de un equipo que, curiosamente, coincide con varios conceptos que han podido asentar y afianzar ese crecimiento que durante veinticinco jornadas se ha ido cocinando a fuego lento en las entrañas del Martínez Valero. La ventaja lograda con la zona roja de la tabla ha dado un poso de tranquilidad envidiable para cualquier competidor directo de los franjiverde. Saber que cuando se quiere, se puede ha sido un balón de oxígeno que, además, se ha visto reflejado en forma de resultados en la clasificación, lo único que en el fútbol importa.
No hay que olvidar que este equipo, con ‘Pacheta’ al frente, ha cambiado el chip en las últimas tres jornadas de Liga. El pragmatismo y el conservadurismo se han dejado en el vestuario para dar el paso adelante. Fuera experimentos y ‘jugones’ al verde. El Elche CF es más equipo cuando tiene la posesión del esférico. Los ‘Nino’, Javi Flores, Josan, Iván Sánchez y Yacine, a la espera de los refuerzos que lleguen desde la enfermería, bien valen el apodo de los ‘cinco magníficos franjiverde’. Olvidar esquemas y probaturas enrevesadas, y regresar a los orígenes con el clásico dibujo de juego que te ha dado el éxito, tiene premio.
Este Elche CF ha retocado lo justo para auto convencerse. No por más fichar el rendimiento va a ser mejor y, aunque el mercado invernal ha provocado un seísmo en forma de entradas y salidas, enero ha dejado una serie de movimientos que, al menos y sobre el papel, han servido para que el nivel competitivo del grupo haya subido con un mayor fondo de armario. El equipo sigue siendo el mismo, el que antes perdía o empataba y el que ahora gana o empata; el mismo que sigue con asignaturas pendientes pero, al menos, ofrece una versión más accesible al poder tacharlos de su lista de tareas. El tiempo dirá si el momento que vive el Elche CF es puntual o fruto de lo acumulado, porque al final de lo que se trata es de juzgar el momento para analizarlo y mejorarlo, no de tener una bola de cristal para ser adivinos.