Derrota útil
Nunca una derrota como la cosechada ante el Real Oviedo, hace un mes, ha dado tanto a un equipo. Cuando ‘Pacheta’ salía, folio en mano, tras perder ante el conjunto asturiano, actuación arbitral lamentable aparte, pocos podrían imaginar que los próximos cuatro partidos de competición liguera iban a dibujar el mejor Elche CF de la temporada. El equipo franjiverde ha dado la vuelta a la situación con resultados, ocho de doce, pero, sobre todo, con sensaciones.
El giro de timón dado por el entrenador burgalés ha servido para ver un equipo que, todo lo que ha asimilado durante los dos primeros tercios de competición liguera, ha sabido desembocarlo en un último tramo en el que ha madurado, o eso dicen, para saber gestionar los momentos del juego. Un equipo hecho y derecho, que ha encontrado en la estabilidad de su once titular, y la ausencia de experimentos, el camino a seguir para encarrilar la permanencia.
Mucho se habla de la dificultad de crecer desde las derrotas. Puede ser, pero en este caso ha sido justo al contrario. ‘Pacheta’ aprovechó la delicada situación, grupal e individual, en la que vivió el equipo la semana previa del duelo ante el conjunto de Almendralejo para reordenar ideas y organizar conceptos. El resultado, una catarsis de sentido común con la que los ilicitanos se han subido al tren de la ilusión.
A veces, un paso atrás sirve para coger impulso, abrir la perspectiva, y el dado por el Elche CF ante el Real Oviedo debe valorarse en su medida. Tampoco los franjiverde ofrecían mal fútbol, es imposible mantener el nivel durante el total de un partido como para hacerlo durante una temporada, pero los vaivenes tácticos con los que ‘Pacheta’ emborronaba su libreta suponían demasiado castigo para los méritos de un equipo y un entrenador al que la impotencia ha castigado.
Ahora, con un once y un estilo definido, el equipo disfruta y luce. Gana en confianza y eso se releja sobre el terreno de juego. Además, los franjiverde suman a su alegría con balón el sufrimiento defensivo. Conceptos que hace poco no se olían por el Martínez Valero y que son una alegría para todo aficionado. Nadie ha dudado nunca del compromiso y esfuerzo de este grupo, el problema ha estado en no verlo plasmado en la clasificación.
Un mes después del varapalo ante el Real Oviedo, la metamorfosis de ‘Pacheta’ ha ayudado a encarrilar una situación que podía haberle costado cara al técnico, con sustitutos tocando la puerta del Martínez Valero, pero, sobre todo, a un grupo de jugadores que podrán decir aquello de “yo ascendí con el Elche CF, yo conseguí la permanencia con el Elche CF”. Dos logros que no deben pasar de puntillas en momentos en los que lo noticiable pasa muchas veces más por lo institucional que por lo deportivo.