Opinión | ELCHE CF
El presidente de la pelota
José Sepulcre vuelve a las andadas, aunque en realidad nunca ha dejado de merodear por las esquinas y rincones del estadio Martínez Valero. El ex presidente del Elche CF, no contento con haber llevado al equipo franjiverde de Primera a Segunda B en dos años en la parcela deportiva, y a la entidad del Martínez Valero a una deuda de más de 40.000.000 de euros en pleno concurso de acreedores en la parcela económica; quiere ahora robarle su futuro.
El empresario ilicitano se ha convertido en el niño que lleva la pelota al partido y que cuando le pitan un penalti se enfada, se lo lleva a casa y aquí ya no juega nadie más. Eso, que no es más que una mañacada propia de la edad, es la enfermedad que padece Sepulcre. El ex dirigente está ciego de soberbia. Tanta como miedo a que le metan la mano en su chiringuito. El presidente de la pelota, el niño del balón.
Sólo Sepulcre sabe el por qué de su afán por barrer todo lo que huela a renovación. Todos le conocemos, su hilo musical es la mentira; su estrategia, estirar los plazos para ganar, o perder (según se mire), el tiempo. Una estrategia que ha hecho que poco quede de ese empresario antaño poderoso a nivel social y económico. Ahora Sepulcre necesita el dinero de los demás (Ramírez, Eventos Petxina SL, un préstamo fantasma, Oliver...) para sentirse cómodo.
Sepulcre es la fiel imagen de su Elche CF, el fracaso en la persona de alguien que ha perdido el rumbo, ahogado en sus propias mentiras, tejemanejes y planes grotescos. Un empresario que ha pasado de tocar el cielo, a ser el peor presidente de la historia franjiverde. Alguien que, como el Club, vive su personal crisis económica y social. Odiado y señalado, hundido, pasando de primera a segunda (B) línea. A la cola de la burguesía ilicitana.
Ahora bien, y siempre recuerdo el mensaje de un buen amigo que ha vivido (y ha sufrido) a Sepulcre en primera persona, "Pepe siempre encuentra la forma de salir limpio de la mierda". El ilicitano vuelve a intentarlo, más pesado que una mosca en verano. Que tome buena nota Manuel Illueca. El que juega con fuego se quema y el valenciano ya sabe quién es Sepulcre, o debería saberlo. El objetivo del IVF es vender, lógico y loable, sin mirar a quién. Pero que recuerde, no es la primera, y seguramente no será la última, en la que Sepulcre intente jugar con el ente autonómico a las casitas.
Que Illueca sepa que el fin no siempre justifica los medios, que agarrarse al nombre más oscuro de los 94 años de historia del Elche CF no ayuda ni a remontar ni a generar credibilidad. Creer las mentiras de Sepulcre, contarlas y expandirlas es ser su cómplice. Tiempo al tiempo que ese da y quita razones, tanto como refuerza la confianza y la credibilidad en las personas.