Ganar para crecer
Hay victorias que valen más que tres puntos. El Elche CF se reconcilió en Alcorcón consigo mismo, aunque sólo sea en forma de resultado. Dos acciones a balón parado, mala leche y saber rectificar ante un rival que bajó un peldaño su ímpetu; fueron suficientes para demostrar que en el fútbol los detalles marcan la diferencia. Aún así, tampoco las ramas deben impedir ver el bosque. Los franjiverde sufrieron por demérito propio durante una primera parte en Santo Domingo que bien podría haber sido el tercer tiempo ante el CF Fuenlabrada. Vicios arrastrados de un debut liguero que, afortunadamente, ha quedado maquillado tras un triunfo que debe inyectar moral y confianza al grupo.
Hay días en los que lo conseguido se impone a lo merecido. ‘Pacheta’ lo recuerda tanto en la victoria como en la derrota. El burgalés, rabia y escozor contenidos durante una semana de purga, rectificó sobre la marcha para rehacer un planteamiento inicial en el que el desorden y las imprecisiones amenazaban con un nuevo varapalo, no sólo en el marcador, también en la imagen de equipo. A diferencia de la jornada inaugural, en donde el despropósito fue total; en tierras madrileñas se supo reconducir el rumbo. Un volantazo a tiempo que ha hecho que las penas con pan, sean menos penas. Pero no todos los fines de semana Gonzalo Verdú la va a poner en la escuadra, ni un cabezazo suyo en la estrategia te va a dar la victoria, sin olvidar la fortuna de tener un gran portero, en un partido con más sombras que luces.
Puede que el debut liguero haya sido sólo un mal día en la oficina, puede que este equipo necesite más pretemporada de la que lleva acumulada hasta el momento, puede que ‘Pacheta’ todavía necesite emborronar un poco más su libreta. Puede tantas cosas… pero una es incuestionable. Este Elche CF necesita tiempo. Puede que lo haya ganado en cuanto a lo conseguido, porque ha aprendido a ganar mucho antes de lo que lo hizo la temporada pasada. En dos jornadas y dos semanas ha igualado lo que el curso pasado tardó ocho partidos (primera victoria) y cuatro meses (ganar fuera del Martínez Valero); pero ¿y en lo merecido? Cada cual podrá ver el vaso medio lleno o medio vacío y complacerse desde el resultado o las sensaciones.
Ni una derrota debe salpicar de excusas tu discurso, ni una victoria debe empujarte a sacar pecho. De momento, el equipo sigue sin dar muestras de un patrón o estilo de juego, por mucho que su entrenador trace la línea en torno a la posesión, el toque y la conducción. CF Fuenlabrada y AD Alcorcón han demostrado que desde el novel hasta el experimentado o muerdes o te muerden, con buen césped y sin él. Que la mala leche está muy bien pero no debe ser lo único que te lleve a la victoria cuando necesites soluciones. Al menos, el fin justifica los medios y una victoria debe ser el mejor punto de inflexión para, sin equivocarse en las conclusiones, cargar pilas e intentar encontrar el camino.