Opinión | ELCHE CF
Ni con Mir sin Mir, de momento
El Elche CF tiene un problema más preocupante que un entrenador, su cabeza. La mentalidad franjiverde está hundida, por los suelos. Nada queda de aquel equipo que funcionaba a favor de viento y que, ante los malos resultados cosechados, la ansiedad que provoca querer y no poder o el espejo de un líder incontestable ha visto como su confianza ha ido menguando con el paso de las jornadas.
Todo va de la mano. Cuando la cabeza no funciona la piernas, menos. En Mallorca una acción puntual en un minuto echó por la borda 45 de partido y otros 44 por jugar. Primer puñetazo y a la lona, noqueados. Ni con Mir ni sin Mir. Los franjiverde quisieron hasta donde pudieron, dominaron la posesión y estuvieron seguros y ordenados en defensa, pero de repente, gatillazo. Escaso recorrido el de un grupo que puede, sabe y debe dar más.
Todo el trabajo por la borda y, sobre todo, sensación de impotencia. Que una jugada lo cambie todo no parece lógico, más aún en el fútbol profesional, pero en este Elche CF hay de todo menos lógica. El fútbol son estados de ánimo y el franjiverde está tocado y hundido. La cara de la moneda es que peor ya no se puede estar, aunque los más pesimistas pensarán que aún hay mucho margen de degeneración.
Quizás Mallorca pueda tener algo bueno, y perdonen mi arranque de optimismo utópico, pero quizás Son Moix pueda ser la mejor catarsis para un equipo que tiene que olvidarse del primer puesto y pensar en sí mismo, porque este Elche CF había subido tan alto en ilusiones que la caída, y el golpe, han sido enormes. El nivel de decepción es comparable a la expectativa creada y en el Martínez Valero el ensueño cotizaba al alza, quizás demasiado.
La llegada de ‘Josico’ al Martínez Valero va a ser la verdadera prueba de fuego para este grupo de futbolistas. Ya no existen excusas ni falta de conexiones en las que camuflar los males del grupo. El rendimiento de los jugadores ha cortado una cabeza, y ha provocado que un entrenador interino no haya tenido la oportunidad de seguir progresando en el primer equipo. Al tercero, si las cosas no funcionan, ya se verá el plumero.
El trabajo del manchego va a ser tan importante tanto dentro como fuera del campo. Toca revitalizar y rejuvenecer la mente de un futbolista que sabía que en Elche hay presión, y si no lo sabía lo está sabiendo. El Martínez Valero no es cualquier rincón futbolístico del panorama nacional y aquí no valen las excusas. Toca asumir y darse cuenta de que la realidad franjiverde pasa por las piernas de 21 hombres que ya no tienen el derecho a réplica porque ahora, tras la salida de Mir, son los primeros en la fila de la responsabilidad.