Querer y poder, poder y querer

Opinión | JERÓNIMO TORMO

Querer y poder, poder y querer

Jerónimo Tormo,

El Elche CF de ‘Pacheta’ está aprendiendo lecciones, a marchas forzadas, durante este inicio de temporada 2018/2019. El equipo franjiverde tiene grabado a fuego en la mente que va a ser un año duro en el que, a tenor de lo visto, pensar en algo más que la simple permanencia, a día de hoy, parece una utopía. Los resultados están siendo una bofetada de realidad para un equipo que quiere pero no siempre puede.

La derrota del pasado domingo en Los Pajaritos deja una nueva lección para un grupo de futbolistas que se va a tener que aplicar para sacar adelante el curso. Nadie duda del interés que se está poniendo para ganar los partidos pero la duda sobrevuela el ambiente. ¿Todo es suficiente para ganar? Querer y poder. Eterno dilema de la vida real en el que el Elche CF de ‘Pacheta’ ha entrado de lleno durante este inicio de temporada. La profesionalidad del grupo está a la altura de la competitividad que se refleja sobre el césped pero, ¿es suficiente?

El equipo ilicitano ha nadado durante las cuatro primeras jornadas de Liga para acabar muriendo en la orilla, ante Granada y Osasuna con el consuelo del empate, ante Reus sin saltar de la barca, pero ayer, en Soria ante el Numancia, con la sensación de que todo no es suficiente. La dicotomía aptitud-actitud coloca a los franjiverde en el escaparate de la duda. Se quiere, pero ¿se puede?

De momento el fútbol dice que no pero en este deporte, como en la vida, todo cambia de la noche a la mañana y de siete en siete días si tu constancia te guía en el camino. Ese es el clavo ardiendo al que se agarra un entrenador que es consciente de que sus futbolistas aún no han asimilado el ritmo con el que se debe jugar en Segunda División pero que abre la puerta a la ilusión con un mensaje cargado de optimismo.

Cuanto más entreno más suerte tengo. Ese debe ser el lema de un Elche CF que es tan voluntarioso como inocente en los metros finales. Previsible en muchas de sus acciones pero con un margen de mejora que, como en cualquier equipo, se debe ir asimilando con el paso de las jornadas. El problema es que el fútbol no tiene memoria y las prisas, por mucho que no sean buenas, siempre marcan la hoja de ruta ante las necesidades. Querer, siempre; ¿poder? El tiempo despejará la gran incógnita de este sufrido año.

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