Y ahora, a domicilio

La Liga de “dientes de sierra” de la que tanto habla ‘Pacheta’ le debe una victoria al Elche CF lejos del Martínez Valero. Las buenas sensaciones, y la comodidad, con la que se emplea el equipo franjiverde en su estadio no ha tenido, todavía, prolongación lejos de territorio franjiverde. Una de las manchas negras de un equipo que siempre ha tenido, menos en Riazor y Carranza, oportunidad para llevarse la victoria.

Los franjiverde no han conseguido equiparar el nivel que muestran en casa al que desempeñan a domicilio. Una espinita clavada que a buen seguro, tarde o temprano, tendrá fecha de caducidad, si nos atenemos a los ejercicios de superación que los franjiverde han reflejado en lugares como Pamplona, Soria, Oviedo o Almendralejo. A veces por mala fortuna, otras por decisiones arbitrales y otra por falta de putería, una mezcla de factores que han desembocado en partidos que se han quedado a medias en el camino hacia la victoria.

El Elche CF ha ido durante esta temporada quitándose lastres que ha llevado cargado a su espalda. El primero fue ganar, lo logró; el segundo, quitarse las dudas arbitrales, algo que ganando se ve de otro color; el tercero, hacerse a la categoría, algo a los que las victorias ayudan. Ganar es la clave de todo, más para un equipo que, por muy fuerte que se haga en casa necesita arañar a domicilio para dirigir lo antes posible el rumbo a la salvación.

No hace mucho, ‘Pacheta’ hablaba de valorar lo conseguido y no lo merecido, este Elche también debe poner en valor lo que pelea, aunque no consiga, lejos de su estadio. Cierto es que de nada sirven las sensaciones, que no habrá una casilla a final de temporada que te libre de un descenso o te aúpe a un ascenso, reuniendo todo lo bueno que se ha logrado para contrarrestar un déficit de puntos, pero sería injusto no tenerlo en cuenta. Qué mejor forma de cerrar el primer tercio de Liga desvirgándose a domicilio.