Boakye salva al Elche

El Elche da una de cal y otra de arena en cada partido. Por momentos se muestra un equipo muy capacitado para competir en la máxima categoría, pero en otras fases del partido se deja llevar y se ve completamente superado por su rival. Ante el Almería tocó la versión mala en la primera mitad. El equipo ilicitano saltó al césped de los Juegos del Mediterráno dormido, como si el partido no fuera con él. Ofreció una pobre imagen en los primeros 45 minutos, en los que desplegó todas las carencias que ha evidenciado en los otros dos partidos de este arranque liguero. La defensa daba muchas facilidades, faltaba precisión para jugar el balón, mientras que el juego franjiverde carecía de coherencia. Abusó de los balones largos a Manu del Moral, desaparecido en combate.

El Almería fue la antítesis del Elche en la primera mitad, en la que se mostró superior. Desde el pitido inicial salió muy enchufado y tras varias llegadas logró adelantarse en el marcador en el minuto 10, obra de Soriano. El veterano mediocentro anotó uno de esos goles que le caracterizan. Balón centrado desde el lateral que el 23' rojiblanco  mandó al fondo de las mallas con un certero cabezazo. Error de toda la defensa, en la permisividad que mostró tanto en el centro como en el remate. Antes del gol el propio Soriano ya había avisado con un disparo desde más de 30 metros, que, esta vez sí, Manu Herrera desvió a córner con una bonita palomita.

Con el marcador a favor, el conjunto almeriense estaba muy cómodo sobre el césped ante un Elche que no conseguía desplegar su fútbol. Escribá repitió el once que empató ante la Real. Pero Carlos Sánchez y Rubén Pérez no lograban dominar el centro del campo. Francisco colocó a Verza y Tébar en la medular, quienes apoyados por Soriano hacían superioridad en esa zona y ganaban la mayoría de los balones. En los extremos Aleix Vidal y Suso creaban mucho daño a los laterales franjiverdes. A Fidel y Carles Gil les cuesta ayudar en defensa y cuando el equipo tiene enfrente a jugadores de banda rápidos, sufre mucho. Ya ocurrió en Vallecas. 

El fútbol dio una tregua al Elche. O más bien Dubardier, que cometió un infantil penalti en el 23' por evitar con la mano el remate de Manu del Moral. Albacar aceptó el regalo y transformó el penalti que ponía las tablas en el partido. El gol dio aire al Elche, que despertó de su letargo y empezó a dar síntomas de mejoría. Pero el conjunto almeriense continuó creando mucho peligro por las bandas. Dubardier puso a prueba a Manu Herrera y Suso mandó el balón fuera desde la frontal.  

Cosas de fútbol, el equipo franjiverde podría haber llegado con ventaja en el marcador al descanso pese a su mal juego. En una de las pocas acciones buenas de la primera mitad, Albacar sacó el guante para ponerla en el área pequeña donde estaba Coro, que cabeceó completamente solo a las manos de Esteban. Del 1-2 se pasó al 2-1. En la siguiente jugada, el colegiado señaló penalti por una mano de Sapunaru dentro el área que bloqueó el disparo de Aleix Vidal. El rumano completó un mal partido y está llamado a las puertas de la suplencia. La próxima jornada vuelve Damián. Verza engañó a Herrera y puso por delante a los suyos antes del descanso.

Lavado de imagen tras el descanso

Tras la reanudación se vio a otro Elche. Más intenso, mejor en defensa y con mucha más presencia en ataque. Y para ello no fue necesario ningún cambio de hombres. Los almerienses aquejaron el esfuerzo de la primera mitad y cedieron en la presión, lo que dio más libertad a Rubén Pérez para mover al equipo. De sus botas salió un magnífico pase que Coro desaprovechó. El mediocentro también se animó de cara a puerta y buscó el gol con un disparo desde 30 metros que se marchó desviado. El jugador cedido por el Atlético está siendo uno de los mejores del en este arranque liguero.

El Elche trataba de dominar, pero faltaba mordiente arriba. Fran Escribá no lo dudó y metió en el césped a Boakye, que debutaba con la elástica franjiverde. También entró Aarón. Sustituyeron a unos desaparecidos Fidel y Manu del Moral. Ambos suspendieron. Lo de Fidel puede ser anecdótico, pero no así el caso de del Moral, que en los tres partidos que ha disputado ha dejado mucho que desear. Debe mejorar si no quiere pasarse otro año en blanco.

Boakye revoluciona al Elche y logra el empate

La entrada de Boakye revolucionó al equipo. Este chico lo tiene casi todo. Pelea, corre, no se complica, sabe aguantar el balón y no lo duda a la hora de buscar portería. Y además, sabe medir las acciones del partido. Un minuto después de saltar al ruedo, provocó la expulsión de Dubardier en un salto fortuito entre ambos. Doble amarilla merecida que abría las puertas del empate. 

Los franjiverdes se hicieron con el control absoluto del juego. Poco que achacar al equipo en esta segunda mitad, quizá más agresividad en los últimos metros; pero haber caído en el juego directo hubiera significado traicionar a su estilo. Con un fútbol de toque y precisión, el Elche fue encerrando al Almería en su área. Solo faltaba que alguien la metiera.

Boakye lo intentó en dos ocasiones y Coro dispuso de la ocasión más clara. El ghanés le dejó el balón con un buen taconazo, pero su disparo tra zafarse de un defensa fue desviado por Esteban. El mediapunta catalán estuvo muy activo, pero falló donde pocas veces falla, en los últimos metros.

El partido agonizaba y el Elche se asomaba a una nueva derrota. Pero el mejor juego de los franjiverdes tuvo premio. En la última jugada del partido, cuando nadie apostaba un euro por el empate, apareció Richmond Boakye para salvar un punto que sabe a gloria y debutar por todo lo alto. Se encontró con un balón suelto en el área, controló y armó un disparo rápido ajustado al palo, donde no pudo llegar Esteban. El ghanés estaba en posición antireglamentaria.

El punto, merecido, es muy importante. No solo por lograrlo en el descuento o porque permite al Elche seguir sumando, sino porque evita que el Almería, un rival directo en la lucha por la permencia, sume tres. Escribá todavía tiene muchos aspectos que corregir, sobretodo en el sistema defensivo, pero hay que quedarse con lo bueno. La primera parte ante la Real y la segunda en los Juegos del Mediterráneo deben enseñar el camino a un Elche que, además, encontró en Almería lo que ha echado en falta en los dos primeros partidos, un delantero con calidad y que tiene gol. Si Dios le dio el don del gol, Boakye fue divino en Almería.

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